El Señor resucitado renueva este envío («En mi nombre […] impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien», Mc 16,17-18) y lo confirma con los signos que la Iglesia realiza invocando su nombre (cf. Hch 9,34; 14,3). Estos signos manifiestan de una manera especial que Jesús es verdaderamente «Dios que salva» (cf MtSigue leyendo «Unción de los enfermos»
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Unción de los enfermos
El Señor resucitado renueva este envío («En mi nombre […] impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien», Mc 16,17-18) y lo confirma con los signos que la Iglesia realiza invocando su nombre (cf. Hch 9,34; 14,3). Estos signos manifiestan de una manera especial que Jesús es verdaderamente «Dios que salva» (cf MtSigue leyendo «Unción de los enfermos»
Sufrimiento
Conmovido por tantos sufrimientos, Cristo no sólo se deja tocar por los enfermos, sino que hace suyas sus miserias: «El tomó nuestras flaquezas y cargó con nuestras enfermedades» (Mt 8,17; cf Is 53,4). No curó a todos los enfermos. Sus curaciones eran signos de la venida del Reino de Dios. Anunciaban una curación más radical:Sigue leyendo «Sufrimiento»
Enfermedad
A menudo Jesús pide a los enfermos que crean (cf Mc 5,34.36; 9,23). Se sirve de signos para curar: saliva e imposición de manos (cf Mc 7,32-36; 8, 22-25), barro y ablución (cf Jn 9,6s). Los enfermos tratan de tocarlo (cf Mc 1,41; 3,10; 6,56) «pues salía de él una fuerza que los curaba aSigue leyendo «Enfermedad»
Eucaristía
Ya sabes cuán grandes son tus miserias, así corporales como espirituales, y cuánto necesitas, por consiguiente, recurrir a Dios para que te asista y no cese de socorrerte a cada instante, puesto que es el Autor y principio de todo bien, en el tiempo y en la eternidad. El tesoro escondido. San Leonardo de PortoSigue leyendo «Eucaristía»
Enfermedad
La enfermedad y el sufrimiento se han contado siempre entre los problemas más graves que aquejan la vida humana. En la enfermedad, el hombre experimenta su impotencia, sus límites y su finitud. Toda enfermedad puede hacernos entrever la muerte. La enfermedad puede conducir a la angustia, al repliegue sobre sí mismo, a veces incluso aSigue leyendo «Enfermedad»
Unción de los enfermos
Con la sagrada unción de los enfermos y con la oración de los presbíteros , toda la Iglesia entera encomienda a los enfermos al Señor sufriente y glorificado para que los alivie y los salve. Incluso los anima a unirse libremente a la pasión y muerte de Cristo; y contribuir, así, al bien del PuebloSigue leyendo «Unción de los enfermos»
TODO EL MUNDO CRISTIANO ESPERA LA RESPUESTA DE MARÍA
Oíste, Virgen, que concebirás y darás a luz a un hijo; oíste que no será por obra de varón, sino por obra del Espíritu Santo. Mira que el ángel aguarda tu respuesta, porque ya es tiempo que se vuelva al Señor que lo envió. También nosotros, los condenados infelizmente a muerte por la divina sentencia,Sigue leyendo «TODO EL MUNDO CRISTIANO ESPERA LA RESPUESTA DE MARÍA»
TODO EL MUNDO CRISTIANO ESPERA LA RESPUESTA DE MARÍA
Oíste, Virgen, que concebirás y darás a luz a un hijo; oíste que no será por obra de varón, sino por obra del Espíritu Santo. Mira que el ángel aguarda tu respuesta, porque ya es tiempo que se vuelva al Señor que lo envió. También nosotros, los condenados infelizmente a muerte por la divina sentencia,Sigue leyendo «TODO EL MUNDO CRISTIANO ESPERA LA RESPUESTA DE MARÍA»
Confesión
La confesión individual e integra de los pecados graves seguida de la absolución es el único medio ordinario para la reconciliación con Dios y con la Iglesia. Mediante las indulgencias, los fieles pueden alcanzar para sí mismos y también para las almas del Purgatorio la remisión de las penas temporales, consecuencia de los pecados