Purgatorio

Además, es de lógica el pensar en que todo daño se debe reparar, así mismo pasa con el pecado. Todo pecado causa en el alma dos cosas: culpa y pena (cf. 2 Sam 12,13-14; 24,12). No basta pedir perdón, además hay que resarcir (reparar) el daño hecho, no porque Dios lo necesite sino porque nuestraSigue leyendo «Purgatorio»

Purgatorio

Aunque en la Biblia no aparece la palabra “Purgatorio” está clara la idea del mismo. Tampoco aparecen en la Biblia palabras como: “Trinidad”, “Encarnación”, etc. y sin embargo el protestantismo las acepta sin problema. Los protestantes son muy firmes (de hecho, insistentes) en la idea de que continuamos pecando hasta el fin de esta vidaSigue leyendo «Purgatorio»

El enojo del diablo

Pasemos a la segunda parte del cántico. Después de la escena dramática de la mujer encinta «vestida del sol» y del terrible dragón rojo (cf. Ap 12, 1-9), una voz misteriosa entona un himno de acción de gracias y de júbilo. El júbilo se debe a que Satanás, el antiguo adversario, que en la corteSigue leyendo «El enojo del diablo»

Nuestro cuerpo

II Corintios 55:1 Porque sabemos que si esta tienda, que es nuestra morada terrestre, se desmorona, tenemos un edificio que es de Dios: una morada eterna, no hecha por mano humana, que está en los cielos.5:2 Y así suspiramos en este estado, deseando ardientemente ser revestidos de nuestra habitación celeste,5:3 si es que nos encontramosSigue leyendo «Nuestro cuerpo»

Dios quiere la salvación para todos

Nadie está predestinado a la condenación, Dios quiere que todos los hombres se salven (cf. 1 Tim 2,4), para eso los creó. Dios nunca pensó en dos caminos -la condenación o la salvación-, sólo pensó en la salvación, no tenía otra opción. El Infierno es simplemente la negación, la no aceptación de ésta. El CieloSigue leyendo «Dios quiere la salvación para todos»

Van a él los que mueren en pecado mortal

«Las almas de los que mueren en estado de pecado mortal descienden a los infiernos inmediatamente después de la muerte y allí sufren las penas del infierno»

Pena de daño

Coinciden con esta dolorosa descripción las palabras de san Juan Crisóstomo quien afirma que “el haber perdido bienes tan grandes produce en el condenado tal dolor, aflicción y angustia, que, aunque no hubiera ningún otro suplicio destinado a los pecadores, él solo podría producir en el alma mayor dolor y perturbación que todos los demásSigue leyendo «Pena de daño»