Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que lleguen los días penosos y vengan los años en los que dirás: “No encuentro en ellos ningún placer” Eclesiastes 12,1
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Cordero de Dios
Como por la desobediencia de un solo hombre, todos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno solo todos serán constituidos justos» (Rm 5, 19). Por su obediencia hasta la muerte, Jesús llevó a cabo la sustitución del Siervo doliente que «se dio a sí mismo en expiación», «cuando llevó el pecado deSigue leyendo «Cordero de Dios»
Egoísmo
Si la exhortación en nombre de Cristo tiene algún valor, si algo vale el consuelo que brota del amor o la comunión en el Espíritu, o la ternura y la compasión, les ruego que hagan perfecta mi alegría, permaneciendo bien unidos. Tengan un mismo amor, un mismo corazón, un mismo pensamiento. No hagan nada porSigue leyendo «Egoísmo»
Sacerdocio
Jesús instituye a sus apóstoles sacerdotes de la Nueva Alianza: «Por ellos me consagro a mí mismo para que ellos sean también consagrados en la verdad» (Jn 17, 19; cf. Concilio de Trento: DS, 1752; 1764).
En memoria mia
La Eucaristía que instituyó Jesucristo, en este momento será el «memorial» (1 Co 11, 25) de su sacrificio. Jesús incluye a los Apóstoles en su propia ofrenda y les manda perpetuarla Lucas 22,19
Cuerpo y sangre
Este es mi Cuerpo que va a ser entregado por vosotros» (Lc 22, 19) «Esta es mi sangre de la Alianza que va a ser derramada por muchos para remisión de los pecados» (Mt 26, 28)
Este es mi cuerpo, está es mi sangre
En la víspera de su Pasión, estando todavía libre, Jesús hizo de esta última Cena con sus Apóstoles el memorial de su ofrenda voluntaria al Padre (cf 1 Co 5, 7), por la salvación de los hombres: «Este es mi Cuerpo que va a ser entregado por vosotros» (Lc 22, 19) «Esta es mi sangreSigue leyendo «Este es mi cuerpo, está es mi sangre»
Mater et Magistra
Matrimonio
No conviene que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada Génesis 3,18
Infidelidad
Ustedes han oído que se dijo: No cometerás adulterio. 28 Pero yo les digo: El que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón. Mateo 5, 27