Tentación

¡Señor, enséñanos a orar! Es la petición que los discípulos hicieron a Jesús, como nos recuerda el Evangelio de Jesucristo según san Lucas (Lc 11,1). Han visto la devoción de Jesús en su oración con el Padre, tan diferente de la que habían visto y practicado antes, que no pueden sino exclamar: “¡Señor, enséñanos aSigue leyendo «Tentación»

Absolución general

En casos de necesidad grave se puede recurrir a la celebración comunitaria de la reconciliación con confesión general y absolución general. Semejante necesidad grave puede presentarse cuando hay un peligro inminente de muerte sin que el sacerdote o los sacerdotes tengan tiempo suficiente para oír la confesión de cada penitente. La necesidad grave puede existirSigue leyendo «Absolución general»

Confesión

El sacramento de la Penitencia puede también celebrarse en el marco de una celebración comunitaria, en la que los penitentes se preparan a la confesión y juntos dan gracias por el perdón recibido. Así la confesión personal de los pecados y la absolución individual están insertadas en una liturgia de la Palabra de Dios, conSigue leyendo «Confesión»

Liturgia Bizantina

La liturgia bizantina posee expresiones diversas de absolución, en forma deprecativa, que expresan admirablemente el misterio del perdón: «Que el Dios que por el profeta Natán perdonó a David cuando confesó sus pecados, y a Pedro cuando lloró amargamente y a la pecadora cuando derramó lágrimas sobre sus pies, y al publicano, y al pródigo,Sigue leyendo «Liturgia Bizantina»

Obras de misericordia

Las indulgencias se obtienen por la Iglesia que, en virtud del poder de atar y desatar que le fue concedido por Cristo Jesús, interviene en favor de un cristiano y le abre el tesoro de los méritos de Cristo y de los santos para obtener del Padre de la misericordia la remisión de las penasSigue leyendo «Obras de misericordia»

¡AY DE MÍ SI NO ANUNCIO EL EVANGELIO!

De las cartas de san Francisco Javier, presbítero, a san Ignacio (Cartas 4 [1542]… y 5 [1544]: BAC 101, Cartas y escritos de san Francisco Javier, pp. 107-108. 115-116) ¡AY DE MÍ SI NO ANUNCIO EL EVANGELIO! Venimos por lugares de cristianos que ahora habrá ocho años que se hicieron cristianos. En estos lugares noSigue leyendo «¡AY DE MÍ SI NO ANUNCIO EL EVANGELIO!»

¡AY DE MÍ SI NO ANUNCIO EL EVANGELIO!

De las cartas de san Francisco Javier, presbítero, a san Ignacio (Cartas 4 [1542]… y 5 [1544]: BAC 101, Cartas y escritos de san Francisco Javier, pp. 107-108. 115-116) ¡AY DE MÍ SI NO ANUNCIO EL EVANGELIO! Venimos por lugares de cristianos que ahora habrá ocho años que se hicieron cristianos. En estos lugares noSigue leyendo «¡AY DE MÍ SI NO ANUNCIO EL EVANGELIO!»

El tesoro de la iglesia

Estos bienes espirituales de la comunión de los santos, los llamamos también el tesoro de la Iglesia, «que no es suma de bienes, como lo son las riquezas materiales acumuladas en el transcurso de los siglos, sino que es el valor infinito e inagotable que tienen ante Dios las expiaciones y los méritos de CristoSigue leyendo «El tesoro de la iglesia»

Comunión de los santos

En la comunión de los santos, por consiguiente, «existe entre los fieles, tanto entre quienes ya son bienaventurados como entre los que expían en el purgatorio o los que que peregrinan todavía en la tierra, un constante vínculo de amor y un abundante intercambio de todos los bienes» (Ibíd). En este intercambio admirable, la santidadSigue leyendo «Comunión de los santos»

Reconciliación

Este sacramento reconcilia con la Iglesia al penitente. El pecado menoscaba o rompe la comunión fraterna. El sacramento de la Penitencia la repara o la restaura. En este sentido, no cura solamente al que se reintegra en la comunión eclesial, tiene también un efecto vivificante sobre la vida de la Iglesia que ha sufrido porSigue leyendo «Reconciliación»