Sin llegar a los excesos de la franca y formal desobediencia, que es el pecado diametralmente opuesto a la obediencia, ¡cuántos modos y maneras ha de falsificar o deformar esta virtud, tan contraria al instinto de natural rebeldía propio del espíritu humano! He aquí algunas de sus principales manifestaciones: Obediencia paradójica: es la que pretendeSigue leyendo «Falsificaciones de la obediencia»
Archivo de categoría: Antonio Royo Marín
Influjo vital de Cristo en los miembros de su Cuerpo místico.
Jesucristo es la Cabeza de un Cuerpo místico que es su Iglesia. Consta expresamente en la divina revelación: «A El sujetó todas las cosas bajo sus pies y le puso por Cabeza de todas las cosas en la Iglesia que es su cuerpo» (Eph. 1,22-23; cf. 1 Cor. i2ss.). La prueba de razón la daSigue leyendo «Influjo vital de Cristo en los miembros de su Cuerpo místico.»
Falsificaciones de la obediencia
Sin llegar a los excesos de la franca y formal desobediencia, que es el pecado diametralmente opuesto a la obediencia, ¡cuántos modos y maneras ha de falsificar o deformar esta virtud, tan contraria al instinto de natural rebeldía propio del espíritu humano! He aquí algunas de sus principales manifestaciones: Obediencia seudomística: desobedece al superior bajoSigue leyendo «Falsificaciones de la obediencia»
Jesús es Dios
El Evangelio nos muestra de qué manera utilizaba Cristo en su vida terrena su propia humanidad para conferir la vida sobrenatural a las almas. «Hijo—le dice al paralítico con su palabra—, tus pecados te son perdonados». Y al instante se produce el movimiento de sorpresa y de escándalo entre los que acababan de oír laSigue leyendo «Jesús es Dios»
Falsificaciones de la obediencia
Sin llegar a los excesos de la franca y formal desobediencia, que es el pecado diametralmente opuesto a la obediencia, ¡cuántos modos y maneras ha de falsificar o deformar esta virtud, tan contraria al instinto de natural rebeldía propio del espíritu humano! He aquí algunas de sus principales manifestaciones: Obediencia momificada: no se tiene ocasiónSigue leyendo «Falsificaciones de la obediencia»
Falsificaciones de la obediencia
Sin llegar a los excesos de la franca y formal desobediencia, que es el pecado diametralmente opuesto a la obediencia, ¡cuántos modos y maneras ha de falsificar o deformar esta virtud, tan contraria al instinto de natural rebeldía propio del espíritu humano! He aquí algunas de sus principales manifestaciones: Obediencia crítica: “El superior es superior…Sigue leyendo «Falsificaciones de la obediencia»
Falsificaciones de la obediencia
Sin llegar a los excesos de la franca y formal desobediencia, que es el pecado diametralmente opuesto a la obediencia, ¡cuántos modos y maneras ha de falsificar o deformar esta virtud, tan contraria al instinto de natural rebeldía propio del espíritu humano! He aquí algunas de sus principales manifestaciones: Obediencia sabia: siempre con el CódigoSigue leyendo «Falsificaciones de la obediencia»
Falsificaciones de la obediencia
Falsificaciones de la obediencia Sin llegar a los excesos de la franca y formal desobediencia, que es el pecado diametralmente opuesto a la obediencia, ¡cuántos modos y maneras ha de falsificar o deformar esta virtud, tan contraria al instinto de natural rebeldía propio del espíritu humano! He aquí algunas de sus principales manifestaciones: Obediencia rutinaria:Sigue leyendo «Falsificaciones de la obediencia»
Jesucristo, causa eficiente de nuestra vida sobrenatural.
—Todas las gracias sobrenaturales que recibió el hombre después del pecado de Adán hasta la venida de Cristo al mundo se le concedieron únicamente en atención a El: intuitu meritorum Christi. Y todas las que recibirá la humanidad hasta la consumación de los siglos brotan del Corazón de Cristo como de su única fuente ySigue leyendo «Jesucristo, causa eficiente de nuestra vida sobrenatural.»
Jesucristo, causa meritoria de la gracia
—El mérito de Cristo con relación a nosotros está íntimamente ligado con su sacrificio redentor. Recordemos, siquiera sea brevísimamente, los hitos fundamentales de su satisfacción infinita, que nos mereció y restituyó la vida sobrenatural perdida por el pecado de Adán 1) Imposibilidad para el linaje humano de satisfacer condignamente el pecado de Adán. Dios podía,Sigue leyendo «Jesucristo, causa meritoria de la gracia»