LA ORACIÓN EN LA VIDA CRISTIANA
La revelación de la oración en el Antiguo Testamento se encuadra entre la caída y la elevación del hombre, entre la llamada dolorosa de Dios a sus primeros hijos: “¿Dónde estás? ¿Por qué lo has hecho?” (Gn 3, 9 13) y la respuesta del Hijo único al entrar en el mundo: “He aquí que vengo a hacer, oh Dios, tu voluntad” (Hb 10, 7; cf. Hb 10, 5-7). De este modo, la oración está ligada con la historia de los hombres; es la relación con Dios en los acontecimientos de la historia humana
