Santa Teresa de Jesús

vivió muriendo de amor, deseando ardientemente morir para ver a Dios. Fue impresionante -declaran los testigos que lo vieron- la expresión de su alegría celestial cuando, al recibir el viático en su pobre celda de Alba de Tormes, le decía a su Dios y Señor: “ya es hora, Señor, ya es hora de que nosSigue leyendo «Santa Teresa de Jesús»

Dios te salve, María (Alégrate, María)

La salutación del ángel Gabriel abre la oración del Avemaría. Es Dios mismo quien por mediación de su ángel, saluda a María. Nuestra oración se atreve a recoger el saludo a María con la mirada que Dios ha puesto sobre su humilde esclava (cf Lc 1, 48) y a alegrarnos con el gozo que DiosSigue leyendo «Dios te salve, María (Alégrate, María)»

En comunión con la santa Madre de Dios

A partir de esta cooperación singular de María a la acción del Espíritu Santo, las Iglesias han desarrollado la oración a la santa Madre de Dios, centrándola sobre la persona de Cristo manifestada en sus misterios. En los innumerables himnos y antífonas que expresan esta oración, se alternan habitualmente dos movimientos: uno “engrandece” al SeñorSigue leyendo «En comunión con la santa Madre de Dios»

Oración por el espíritu santo

El Espíritu Santo, cuya unción impregna todo nuestro ser, es el Maestro interior de la oración cristiana. Es el artífice de la tradición viva de la oración. Ciertamente hay tantos caminos en la oración como orantes, pero es el mismo Espíritu el que actúa en todos y con todos. En la comunión en el EspírituSigue leyendo «Oración por el espíritu santo»

Espíritu Santo

«Si el Espíritu no debe ser adorado, ¿cómo me diviniza él por el Bautismo? Y si debe ser adorado, ¿no debe ser objeto de un culto particular?» (San Gregorio Nacianceno, Oratio [teológica 5], 28) La forma tradicional para pedir el Espíritu es invocar al Padre por medio de Cristo nuestro Señor para que nos déSigue leyendo «Espíritu Santo»

Camino al cielo

«San Ignacio de Loyola se derretía en lágrimas cada vez que pensaba que la muerte le abriría las puertas del Cielo. Tenía tal deseo de unirse a Dios, que, en su última enfermedad, los médicos le prohibieron pensar en la muerte; porque este pensamiento le enardecía tanto, que le hacía palpitar violentamente su corazón, poniendoSigue leyendo «Camino al cielo»

Ven, Espíritu Santo

«Nadie puede decir: “¡Jesús es Señor!” sino por influjo del Espíritu Santo» (1 Co 12, 3). Cada vez que en la oración nos dirigimos a Jesús, es el Espíritu Santo quien, con su gracia preveniente, nos atrae al camino de la oración. Puesto que Él nos enseña a orar recordándonos a Cristo, ¿cómo no dirigirnosSigue leyendo «Ven, Espíritu Santo»

Oración a Jesús

La oración de la Iglesia venera y honra al Corazón de Jesús, como invoca su Santísimo Nombre. Adora al Verbo encarnado y a su Corazón que, por amor a los hombres, se dejó traspasar por nuestros pecados. La oración cristiana practica el Vía Crucis siguiendo al Salvador. Las estaciones desde el Pretorio, al Gólgota ySigue leyendo «Oración a Jesús»

Los santos y el Cielo

Si estuviéramos bien convencidos -como lo estaban los santos de que la tierra es el destierro de las almas, un valle de lágrimas y de miserias, un desierto abrasador por el que hay que pasar antes de ir al oasis del Cielo, que es la patria verdadera de las almas, no solamente no temeríamos laSigue leyendo «Los santos y el Cielo»

El disfrute de los sentidos

Nuestros ojos estarán perpetuamente llenos del deleite mayor que puede procurarles la vista de los más bellos objetos. Nuestros oídos estarán eternamente llenos del placer que aquí les causan las más bellas melodías y dulces palabras. San Francisco de Asís fue recreado en esta vida, en un éxtasis inefable, con un instrumento músico pulsado porSigue leyendo «El disfrute de los sentidos»