Es de notar en la genealogía del Salvador, que no se nombra a ninguna de las mujeres santas, sino a las reprendidas en la Escritura, a fin de que borrase los pecados de todos, naciendo de pecadores aquél que había venido por los pecadores. De ahí que entre aquellas mujeres se cite a Rut laSigue leyendo «Rut»
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Risa
Isaac se traduce risa, pero la risa de los santos no es una necia carcajada, sino un gozo racional del corazón, y aquí está el misterio de Cristo; pues así como aquél fue concedido para alegría de sus padres en la ancianidad, conociéndose que no era hijo de la naturaleza, sino de la gracia, asíSigue leyendo «Risa»
Genealogía de Jesús
El evangelista San Mateo, queriendo grabar en la memoria la generación del Señor según la carne por la serie de sus ascendientes, empezando por Abraham, dice: «Abraham engendró a Isaac»; y ¿por qué no menciona a Ismael, engendrado primero? Y en seguida: «Isaac engendró a Jacob»; y ¿por qué no dijo a Esaú, que eraSigue leyendo «Genealogía de Jesús»
Abraham, David y Cristo
Abraham fue el primero que mereció el testimonio de la fe «porque creyó a Dios y le fue imputado por justicia» ( Rom 4,3 ). Así también debió ser indicado como fundador del linaje de Cristo, porque mereció primero la promesa de la institución de la Iglesia por estas palabras: «Y en ti serán bendecidasSigue leyendo «Abraham, David y Cristo»
Abraham engendró a Isaac. E Isaac engendró a Jacob. Y Jacob engendró a Judas y a sus hermanos.
El evangelista San Mateo manifiesta haberse propuesto narrar la generación de Jesucristo según la carne y empieza por su genealogía. San Lucas, presentándonos más bien a Cristo como sacerdote en la expiación de los pecados, no relata su generación desde el principio de su Evangelio, sino desde el bautismo de Cristo, donde Juan da testimonioSigue leyendo «Abraham engendró a Isaac. E Isaac engendró a Jacob. Y Jacob engendró a Judas y a sus hermanos.»
Verdadero Dios y verdadero hombre
Nosotros no creemos así. Confesamos que Cristo ha nacido de la Virgen María, no precisamente porque de otra manera no podría existir en verdadera carne y aparecer a los hombres, sino porque así está consignado en la Escritura. Si a ella no creemos, no podemos ser cristianos ni salvarnos. Y si el cuerpo asumido deSigue leyendo «Verdadero Dios y verdadero hombre»
Jesús es Dios
Yo refrenaré la audacia y el furor insensato de este hombre con la autoridad de los testimonios celestiales aduciendo, para demostrarle la persona de la sustancia propia del Hijo, no los que él cavilosamente pretende que convienen a la humanidad asumida, sino los que sin escrúpulo del entendimiento más perplejo confiesan todos unánimes que competenSigue leyendo «Jesús es Dios»
Jesús es Dios
Mas para no enumerarlo todo hablaremos sólo del punto capital y objetivo: es una sabia y útil disposición, y en nada perjudica a la naturaleza inviolable, que el que era Dios se manifieste humildemente. Pero es un mal la loca presunción que el que es humano se promocione a sí mismo a lo sobrenatural ySigue leyendo «Jesús es Dios»
Cristo
Lo que por el don sagrado concedía Dios a los que eran ungidos para ser reyes y sacerdotes, lo ha realizado el Espíritu Santo en el Hombre Cristo añadiendo una purificación, pues el Espíritu Santo purificó lo que de la Virgen María se formara para ser cuerpo del Salvador. Esta es la unción del cuerpoSigue leyendo «Cristo»
Jesús Dios
San Atanasio, contra haeret El apóstol San Juan, anticipando desde mucho antes, con la luz del Espíritu Santo, la locura de este hombre, lo despierta del profundo sueño de su ignorancia con el poderoso acento de su voz diciéndole: “En el principio era el Verbo” (cap. 1). Luego el que en el principio era conSigue leyendo «Jesús Dios»