A las afueras del paraíso

El pecado crea una facilidad para el pecado, engendra el vicio por la repetición de actos. De ahí resultan inclinaciones desviadas que oscurecen la conciencia y corrompen la valoración concreta del bien y del mal. Así el pecado tiende a reproducirse y a reforzarse, pero no puede destruir el sentido moral hasta su raíz. ASigue leyendo «A las afueras del paraíso»

Confesión

El hombre, mientras permanece en la carne, no puede evitar todo pecado, al menos los pecados leves. Pero estos pecados, que llamamos leves, no los consideres poca cosa: si los tienes por tales cuando los pesas, tiembla cuando los cuentas. Muchos objetos pequeños hacen una gran masa; muchas gotas de agua llenan un río. MuchosSigue leyendo «Confesión»

Pecado venial

Se comete un pecado venial cuando no se observa en una materia leve la medida prescrita por la ley moral, o cuando se desobedece a la ley moral en materia grave, pero sin pleno conocimiento o sin entero consentimiento El pecado venial debilita la caridad; entraña un afecto desordenado a bienes creados; impide el progresoSigue leyendo «Pecado venial»

Pecado mortal

Es una posibilidad radical de la libertad humana como lo es también el amor. Entraña la pérdida de la caridad y la privación de la gracia santificante, es decir, del estado de gracia. Si no es rescatado por el arrepentimiento y el perdón de Dios, causa la exclusión del Reino de Cristo y la muerteSigue leyendo «Pecado mortal»

El pecado mortal

Requiere plena conciencia y entero consentimiento. Presupone el conocimiento del carácter pecaminoso del acto, de su oposición a la Ley de Dios. Implica también un consentimiento suficientemente deliberado para ser una elección personal. La ignorancia afectada y el endurecimiento del corazón (cf Mc 3, 5-6; Lc 16, 19-31) no disminuyen, sino aumentan, el carácter voluntarioSigue leyendo «El pecado mortal»

Pecado grave

La materia grave es precisada por los Diez mandamientos según la respuesta de Jesús al joven rico: “No mates, no cometas adulterio, no robes, no levantes testimonio falso, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre” (Mc 10, 19). La gravedad de los pecados es mayor o menor: un asesinato es másSigue leyendo «Pecado grave»

Pecado mortal

Pecado mortal Para que un pecado sea mortal se requieren tres condiciones: Es pecado mortal lo que tiene como objeto una materia grave y que, además, es cometido con pleno conocimiento y deliberado consentimiento

PIEDRAS DEL EDIFICIO ETERNO

De los escritos de san Pío de Pietralcina, presbítero (Edición 1994: II, 87-90, n. 8) Mediante asiduos golpes de cincel salutífero y cuidadoso despojo, el divino Artífice busca preparar piedras para construir un edificio eterno, como nuestra madre, la santa Iglesia Católica, llena de ternura, canta en el himno del oficio de la dedicación deSigue leyendo «PIEDRAS DEL EDIFICIO ETERNO»

Pecado venial y mortal

El pecado mortal, que ataca en nosotros el principio vital que es la caridad, necesita una nueva iniciativa de la misericordia de Dios y una conversión del corazón que se realiza ordinariamente en el marco del sacramento de la Reconciliación: «Cuando la voluntad se dirige a una cosa de suyo contraria a la caridad porSigue leyendo «Pecado venial y mortal»

La gravedad del pecado

Pecado mortal y venial “Conviene valorar los pecados según su gravedad. La distinción entre pecado mortal y venial, perceptible ya en la Escritura (cf 1Jn 5, 16-17) se ha impuesto en la tradición de la Iglesia. La experiencia de los hombres la corroboran” El pecado mortal destruye la caridad en el corazón del hombre porSigue leyendo «La gravedad del pecado»