Amar el bien

Las pasiones son numerosas. La más fundamental es el amor que la atracción del bien despierta. El amor causa el deseo del bien ausente y la esperanza de obtenerlo. Este movimiento culmina en el placer y el gozo del bien poseído. La aprehensión del mal causa el odio, la aversión y el temor ante elSigue leyendo «Amar el bien»

Iglesia de Roma

En el año 190 DC, San Irineo (obispo asiático que vivió en lo que hoy es Francia) hablaba de Roma con enorme deferencia: «con esta iglesia es necesario que cada iglesia – y todo fiel de cualquier parte – este en comunión, en razón de una mayor autoridad; en la cual la tradición apostólica haSigue leyendo «Iglesia de Roma»

Mal moral

El acto moralmente bueno supone a la vez la bondad del objeto, del fin y de las circunstancias. Una finalidad mala corrompe la acción, aunque su objeto sea de suyo bueno (como orar y ayunar para ser visto por los hombres). El objeto de la elección puede por sí solo viciar el conjunto de todoSigue leyendo «Mal moral»

Intensión

Frente al objeto, la intención se sitúa del lado del sujeto que actúa. La intención, por estar ligada a la fuente voluntaria de la acción y por determinarla en razón del fin, es un elemento esencial en la calificación moral de la acción. El fin es el término primero de la intención y designa elSigue leyendo «Intensión»

Conciencia

El objeto elegido es un bien hacia el cual tiende deliberadamente la voluntad. Es la materia de un acto humano. El objeto elegido especifica moralmente el acto del querer, según que la razón lo reconozca y lo juzgue conforme o no conforme al bien verdadero. Las reglas objetivas de la moralidad enuncian el orden racionalSigue leyendo «Conciencia»

Primado

La iglesia cumplió el mandato de los hechos de los apóstoles 1, 20 pues está escrito y que su cargo lo ocupe otro. A Pedro le sucedieron otros primados uno de ellos Clemente dio testimonio de la verdadera autoridad católica de Roma ¡ya en el primer siglo! San Clemente escribió -muy tempranamente en torno alSigue leyendo «Primado»

Libertad

La libertad hace del hombre un sujeto moral. Cuando actúa de manera deliberada, el hombre es, por así decirlo, el padre de sus actos. Los actos humanos, es decir, libremente realizados tras un juicio de conciencia, son calificables moralmente: son buenos o malos

Roma y católica

Hoy algunos objetos que decir «romana y católica» comporta una contradicción in terminis, porque «católico» alude a Todo el mundo, mientras que Roma es una ciudad concreta. Pero la Iglesia universal mira a Roma porque esa es la ciudad desde donde el príncipe de los apóstoles, Pedro, rigió la Iglesia en donde murió Dr WilliamSigue leyendo «Roma y católica»

Libertad y gracia

La gracia de Cristo no se opone de ninguna manera a nuestra libertad cuando ésta corresponde al sentido de la verdad y del bien que Dios ha puesto en el corazón del hombre. Al contrario, como lo atestigua la experiencia cristiana, especialmente en la oración, a medida que somos más dóciles a los impulsos deSigue leyendo «Libertad y gracia»

Liberación y salvación

Por su Cruz gloriosa, Cristo obtuvo la salvación para todos los hombres. Los rescató del pecado que los tenía sometidos a esclavitud “Para ser libres nos libertó Cristo” (Ga 5,1). En Él participamos de “la verdad que nos hace libres” (Jn 8,32). El Espíritu Santo nos ha sido dado, y, como enseña el apóstol, “dondeSigue leyendo «Liberación y salvación»