La libertad hace al hombre responsable de sus actos en la medida en que estos son voluntarios. El progreso en la virtud, el conocimiento del bien, y la ascesis acrecientan el dominio de la voluntad sobre los propios actos
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Bien
En la medida en que el hombre hace más el bien, se va haciendo también más libre. No hay verdadera libertad sino en el servicio del bien y de la justicia. La elección de la desobediencia y del mal es un abuso de la libertad y conduce a la esclavitud del pecado (cf Rm 6,Sigue leyendo «Bien»
Bien y Mal
Hasta que no llega a encontrarse definitivamente con su bien último que es Dios, la libertad implica la posibilidad de elegir entre el bien y el mal, y por tanto, de crecer en perfección o de flaquear y pecar. La libertad caracteriza los actos propiamente humanos. Se convierte en fuente de alabanza o de reproche,Sigue leyendo «Bien y Mal»
Libertad y responsabilidad
La libertad es el poder, radicado en la razón y en la voluntad, de obrar o de no obrar, de hacer esto o aquello, de ejecutar así por sí mismo acciones deliberadas. Por el libre arbitrio cada uno dispone de sí mismo. La libertad es en el hombre una fuerza de crecimiento y de maduraciónSigue leyendo «Libertad y responsabilidad»
La Iglesia es católica
Esa universalidad, no contradice en absoluto, la unidad de la iglesia. El cuerpo místico de Cristo, su iglesia, es reconocible en características concretas: la fraternidad, la enseñanza de los apóstoles, la fracción del pan y la oración, (Hechos 2, 42). Así es vista en donde quiera que estemos La Iglesia Católica más pequeña del mundoSigue leyendo «La Iglesia es católica»
En busca de la felicidad
Las bienaventuranzas recogen y perfeccionan las promesas de Dios desde Abraham ordenándolas al Reino de los cielos. Responden al deseo de felicidad que Dios ha puesto en el corazón del hombre.
Bienaventurados
La bienaventuranza prometida nos coloca ante opciones morales decisivas. Nos invita a purificar nuestro corazón de sus malvados instintos y a buscar el amor de Dios por encima de todo. Nos enseña que la verdadera dicha no reside ni en la riqueza o el bienestar, ni en la gloria humana o el poder, ni enSigue leyendo «Bienaventurados»
Limpios de corazón
Semejante bienaventuranza supera la inteligencia y las solas fuerzas humanas. Es fruto del don gratuito de Dios. Por eso la llamamos sobrenatural, así como también llamamos sobrenatural la gracia que dispone al hombre a entrar en el gozo divino «“Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios”. Ciertamente, según su grandeza y suSigue leyendo «Limpios de corazón»
La iglesia es Católica
Mucha gente entiende hoy la palabra católica como un término denominación al (distintivo de una denominación, presbiteriano, Bautista, etc)… Pero, de hecho significa lo contrario a denominacional. Católico quiere decir universal. Y universalidad es una cualidad de la iglesia querida por Jesucristo, cuando dijo: Se me ha dado toda potestad en el cielo y alSigue leyendo «La iglesia es Católica»
Bienaventuranzas
Porque Dios nos ha puesto en el mundo para conocerle, servirle y amarle, y así ir al cielo. La bienaventuranza nos hace participar de la naturaleza divina (2 P 1, 4) y de la Vida eterna (cf Jn 17, 3). Con ella, el hombre entra en la gloria de Cristo (cf Rm 8, 18) ySigue leyendo «Bienaventuranzas»