Cada comunidad se define por su fin y obedece en consecuencia a reglas específicas, pero “el principio, el sujeto y el fin de todas las instituciones sociales es y debe ser la persona humana” (GS 25, 1)
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Religión Cristiana, Iglesia Católica
La Iglesia de Cristo es sólida, identificable y accesible a todos. Tiene consistencia y peso. Es «la Iglesia del Dios vivo, columna y fundamento de la verdad» 1 Timoteo 3,15. La Iglesia Católica -quien produjo y canonizó el Nuevo Testamento- es, asimismo, la Iglesia revelada por el Nuevo Testamento.¿Sería posible deducir de las páginas deSigue leyendo «Religión Cristiana, Iglesia Católica»
Los vida en comunidad
Todos los hombres son llamados al mismo fin: Dios. Existe cierta semejanza entre la unión de las personas divinas y la fraternidad que los hombres deben instaurar entre ellos, en la verdad y el amor (cf GS 24, 3). El amor al prójimo es inseparable del amor a Dios. La persona humana necesita la vidaSigue leyendo «Los vida en comunidad»
Somos la Iglesia
Cuando hablemos con los no cristianos sobre la iglesia, haremos bien evitar dos errores bastante comunes: uno sería reducir la iglesia un fenómeno meramente sociológico a una institución meramente visible y Terrenal; el otro sería espiritualizar la iglesia de tal modo que se descarta la posibilidad de la presencia Terrenal efectiva la iglesia es ciertamenteSigue leyendo «Somos la Iglesia»
LA COMUNIDAD HUMANA
La vocación de la humanidad es manifestar la imagen de Dios y ser transformada a imagen del Hijo Único del Padre. Esta vocación reviste una forma personal, puesto que cada uno es llamado a entrar en la bienaventuranza divina; pero concierne también al conjunto de la comunidad humana
El pecado social
Así el pecado convierte a los hombres en cómplices unos de otros, hace reinar entre ellos la concupiscencia, la violencia y la injusticia. Los pecados provocan situaciones sociales e instituciones contrarias a la bondad divina. Las “estructuras de pecado” son expresión y efecto de los pecados personales. Inducen a sus víctimas a cometer a suSigue leyendo «El pecado social»
Pecado social
El pecado es un acto personal. Pero nosotros tenemos una responsabilidad en los pecados cometidos por otros cuando cooperamos a ellos: — participando directa y voluntariamente; — ordenándolos, aconsejándolos, alabándolos o aprobándolos; — no revelándolos o no impidiéndolos cuando se tiene obligación de hacerlo; — protegiendo a los que hacen el mal
A las afueras del paraíso
El pecado crea una facilidad para el pecado, engendra el vicio por la repetición de actos. De ahí resultan inclinaciones desviadas que oscurecen la conciencia y corrompen la valoración concreta del bien y del mal. Así el pecado tiende a reproducirse y a reforzarse, pero no puede destruir el sentido moral hasta su raíz. ASigue leyendo «A las afueras del paraíso»
Espíritu santo
Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres pero la blasfemia contra el Espíritu Santo no será perdonada” (Mc 3, 29; cf Mt 12, 32; Lc 12, 10). No hay límites a la misericordia de Dios, pero quien se niega deliberadamente a acoger la misericordia de Dios mediante el arrepentimiento rechaza el perdón deSigue leyendo «Espíritu santo»
Confesión
El hombre, mientras permanece en la carne, no puede evitar todo pecado, al menos los pecados leves. Pero estos pecados, que llamamos leves, no los consideres poca cosa: si los tienes por tales cuando los pesas, tiembla cuando los cuentas. Muchos objetos pequeños hacen una gran masa; muchas gotas de agua llenan un río. MuchosSigue leyendo «Confesión»