Purgatorio y el profeta Zacarías

13:8 En toda esta tierra -oráculo de Yahvé- dos tercios serán exterminados (perecerán) y el otro tercio quedará en ella. 13:9 Meteré en el fuego este tercio: lo purgaré como se purga la plata lo refinaré como se refina el oro. Él invocará mi nombre y yo le responderé; diré: «¡Éste es mi pueblo!» ySigue leyendo «Purgatorio y el profeta Zacarías»

Práctica de la mortificación

La mortificación debe practicarse con prudencia y discreción. Debe ser proporcionada a las fuerzas físicas y morales de cada cual, y al cumplimiento de las obligaciones de nuestro propio estado. Es importante mortificar todos los sentidos Los ojos, rechazando definitivamente el ver cosas deshonestas, evitando ver cosas peligrosas y ofreciendo alegremente el sacrificio de noSigue leyendo «Práctica de la mortificación»

Práctica de la mortificación

La mortificación debe practicarse con prudencia y discreción. Debe ser proporcionada a las fuerzas físicas y morales de cada cual, y al cumplimiento de las obligaciones de nuestro propio estado. Es importante mortificar todos los sentidos: El tacto no dándole todos los placeres que pide. Cuidándonos principalmente de los malos deleites. Pero también se haSigue leyendo «Práctica de la mortificación»

¿Por qué es necesaria la mortificación?

«Le han sido perdonados muchos pecados, porque amó mucho” Lucas 7 47 Porque nos sana de las consecuencias de nuestros pecados actuales (Penitencia). La penitencia es la mortificación que se hace para reparar por nuestros pecados personales. Es pues cosa clara que la mortificación es para nosotros una necesidad en razón de las consecuencias deSigue leyendo «¿Por qué es necesaria la mortificación?»

¿Por qué es necesaria la mortificación?

Porque nos sana de las consecuencias del pecado original “La vida del hombre sobre la tierra es una lucha” (Job 8,1). Esta batalla interior ha sido descrita en la tradición bíblica y espiritual de la Iglesia como la “lucha entre la carne y el espíritu”, entre el “hombre viejo y el hombre nuevo” (Ef 4,17-32),Sigue leyendo «¿Por qué es necesaria la mortificación?»

Saulos, Zaqueos y Samaritanas

se encuentran a todas horas por los caminos de la vida. Esa sociedad nuestra de mitad del siglo XX en su mayor parte y en su parte más característica; eso que en lenguaje evangélico podríamos llamar mundo; esa sociedad que muere de sed, y que para saciar esa sed sale de sí y emprende cadaSigue leyendo «Saulos, Zaqueos y Samaritanas»

El valor del sacrificio

Todos hemos escuchado de las fuertes mortificaciones que realizaron los grandes santos. Prolongados ayunos, largas vigilias, duras penitencias. Es particularmente conmovedor el pasaje de la vida de san Francisco de Asís, en que se revolcaba entre espinas para alejar la tentación de lujuria. Hoy nos preguntamos: ¿Está bien esto? ¿No debemos cuidar nuestro cuerpo queSigue leyendo «El valor del sacrificio»

Ayuno

Evangelio según san Mateo, 4: 1- 2 Entonces Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu, para que fuese tentado por el diablo, y habiendo ayunado cuarenta días y cuarenta noches, después tuvo hambre. (vv. 1- 2) Y ayunó cuarenta días y cuarenta noches, para expresar la medida de nuestros ayunos. De donde se sigueSigue leyendo «Ayuno»

El deseo de la vida eterna, y los grandes bienes prometidos a los que luchan por ganarla

No pidas lo que te guste o acomode, sino lo que honre y agrade a Dios. Porque si rectamente juzgas, debes preferir y seguir mis disposiciones, más bien que tus deseos y todos los objetos de tus deseos. Conozco tus deseos y he oído tus frecuentes gemidos. Ya quisieras estar libre y gozando de laSigue leyendo «El deseo de la vida eterna, y los grandes bienes prometidos a los que luchan por ganarla»

¿Dios existe?

5 vias Santo Tomás de Aquino 2 vía, consideración Pero ¿qué pasa entonces con los conceptos puros de nuestro entendimiento, como los de causalidad, sucesión y temporalidad?, ¿de dónde surgen? Advertido por la crítica de Hume, Kant no responderá que proceden de la realidad objetiva. No obstante, como tampoco quiere caer en el escepticismo deSigue leyendo «¿Dios existe?»