Con la naturaleza: Dios le concedió al hombre el jardín del Edén para que habitase en él y le dio gobierno sobre todos los animales y las plantas para que los cuidara y se beneficiara de sus frutos. Después del pecado, la creación se vuelve adversa al hombre: “maldito sea el suelo por tu causa:Sigue leyendo «Cuatro rupturas (3/4)»
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Ofensas a la verdad
Los discípulos de Cristo se han “revestido del hombre nuevo, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad” (Ef 4, 24) “Desechando la mentira” (Ef 4, 25), deben “rechazar toda malicia y todo engaño, hipocresías, envidias y toda clase de maledicencias” (1 P 2, 1)
El martirio
es el supremo testimonio de la verdad de la fe; designa un testimonio que llega hasta la muerte. El mártir da testimonio de Cristo, muerto y resucitado, al cual está unido por la caridad. Da testimonio de la verdad de la fe y de la doctrina cristiana. Soporta la muerte mediante un acto de fortalezaSigue leyendo «El martirio»
Cuatro rupturas (2/4)
Con el prójimo: Antes del pecado, Adán al contemplar a Eva exclamó: “esta sí que es carne de mi carne y hueso de mis huesos” (Gén 2, 23); es decir, la sentía como suya, como un regalo de Dios y como alguien semejante a él. Después de la caída ya no se refiere a ellaSigue leyendo «Cuatro rupturas (2/4)»
Biblia
«Si crees lo que te gusta en los evangelios y rechazas lo que no te gusta, no crees en el evangelio, sino en ti mismo». San Agustín de Hipona
Dar testimonio de la verdad
Ante Pilato, Cristo proclama que había “venido al mundo para dar testimonio de la verdad” (Jn 18, 37). El cristiano no debe “avergonzarse de dar testimonio del Señor” (2 Tm 1, 8). En las situaciones que exigen dar testimonio de la fe, el cristiano debe profesarla sin ambigüedad, a ejemplo de san Pablo ante susSigue leyendo «Dar testimonio de la verdad»
Rupturas del pecado (1/4)
Con Dios: Antes del pecado original, Adán y Eva se paseaban con Dios por el Edén, gozaban de su amor y de su presencia, lo experimentaban como un Padre amoroso y bondadoso en quien se sentían confiados. Una vez pecaron, esto cambió: “una vez sintieron los pasos de Yahvé se ocultaron a su vista porqueSigue leyendo «Rupturas del pecado (1/4)»
Vivir en la verdad
Los hombres no podrían vivir juntos si no tuvieran confianza recíproca, es decir, si no se manifestasen la verdad” (Santo Tomás de Aquino, Summa theologiae, 2-2, q 109, a 3 ad 1). La virtud de la veracidad da justamente al prójimo lo que le es debido; observa un justo medio entre lo que debe serSigue leyendo «Vivir en la verdad»
Caída del hombre
El capítulo tercero del libro del Génesis nos relata cómo la mujer, tentada por el diablo, comió del fruto prohibido por Dios, arrastrando también a su esposo a que desobedeciera el mandato divino: «El hombre, tentado por el diablo, dejó morir en su corazón la confianza hacia su creador (cf. Gén 3,1-11) y, abusando deSigue leyendo «Caída del hombre»
Vivir en la verdad
El hombre busca naturalmente la verdad. Está obligado a honrarla y atestiguarla: “Todos los hombres, conforme a su dignidad, por ser personas, se ven impulsados, por su misma naturaleza, a buscar la verdad y, además, tienen la obligación moral de hacerlo, sobre todo con respecto a la verdad religiosa. Están obligados también a adherirse aSigue leyendo «Vivir en la verdad»