Violación de la Mishná

reunión con Anás y las posteriores con los sanedritas se realizó después del sacrificio de la tarde, violándose otra prohibición que dice «no se sentarán sino después del sacrificio de la mañana hasta el sacrificio de la tarde» (Talmud, Cap. 1, fol 19); sumado a todo esto tenemos que situarnos en que, esa tarde, eraSigue leyendo «Violación de la Mishná»

Santificado sea tu nombre

En el agua del bautismo, hemos sido “lavados [] santificados [] justificados en el Nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios” (1 Co 6, 11). A lo largo de nuestra vida, nuestro Padre “nos llama a la santidad” (1 Ts 4, 7) y como nos viene de Él que “estemos enSigue leyendo «Santificado sea tu nombre»

El Nombre de Dios Santo

El Nombre de Dios Santo se nos ha revelado y dado, en la carne, en Jesús, como Salvador (cf Mt 1, 21; Lc 1, 31): revelado por lo que Él es, por su Palabra y por su Sacrificio (cf Jn 8, 28; 17, 8; 17, 17-19). Esto es el núcleo de su oración sacerdotal: “PadreSigue leyendo «El Nombre de Dios Santo»

Gloria de Dios

La santidad de Dios es el hogar inaccesible de su misterio eterno. Lo que se manifiesta de Él en la creación y en la historia, la Escritura lo llama Gloria, la irradiación de su Majestad (cf Sal 8; Is 6, 3). Al crear al hombre “a su imagen y semejanza” (Gn 1, 26), Dios “loSigue leyendo «Gloria de Dios»

«Santificado sea tu nombre»

«Santificado sea tu nombre» El término “santificar” debe entenderse aquí, en primer lugar, no en su sentido causativo (solo Dios santifica, hace santo) sino sobre todo en un sentido estimativo: reconocer como santo, tratar de una manera santa. Así es como, en la adoración, esta invocación se entiende a veces como una alabanza y unaSigue leyendo ««Santificado sea tu nombre»»

Consejos que conducen a la Vida Eterna

Vamos pues, alma fiel. Prepárale digna morada espiritual a este gran amigo para que venga a visitarte y a hablar contigo. Porque Él ha dicho: Quien me ama cumplirá mis mandamientos, y vendremos a él, y haremos en él nuestra morada (Juan 14, 23) Así Yahvé cumplirá la promesa que hizo diciendo: `Si tus hijosSigue leyendo «Consejos que conducen a la Vida Eterna»

Estructura del padre nuestro

El segundo grupo de peticiones se desenvuelve en el movimiento de ciertas epíclesis eucarísticas: son la ofrenda de nuestra esperanza y atrae la mirada del Padre de las misericordias. Brota de nosotros y nos afecta ya ahora, en este mundo: “danos perdónanos no nos dejes líbranos”. La cuarta y la quinta petición se refieren aSigue leyendo «Estructura del padre nuestro»

MI AMOR ESTÁ CRUCIFICADO

De nada me servirían los placeres terrenales ni los reinos de este mundo. Prefiero morir en Cristo Jesús que reinar en los confines de la tierra. Todo mi deseo y mi voluntad están puestos en aquel que por nosotros murió y resucitó. Se acerca ya el momento de mi nacimiento a la vida nueva. PorSigue leyendo «MI AMOR ESTÁ CRUCIFICADO»

Sobre el Padre nuestro

El primer grupo de peticiones nos lleva hacia Él, para Él: ¡tu Nombre, tu Reino, tu Voluntad! Lo propio del amor es pensar primeramente en Aquél que amamos. En cada una de estas tres peticiones, nosotros no “nos” nombramos, sino que lo que nos mueve es “el deseo ardiente”, “el ansia” del Hijo amado, porSigue leyendo «Sobre el Padre nuestro»

LAS SIETE PETICIONES

Después de habernos puesto en presencia de Dios nuestro Padre para adorarle, amarle y bendecirle, el Espíritu filial hace surgir de nuestros corazones siete peticiones, siete bendiciones. Las tres primeras, más teologales, nos atraen hacia la Gloria del Padre; las cuatro últimas, como caminos hacia Él, ofrecen nuestra miseria a su gracia “Abismo que llamaSigue leyendo «LAS SIETE PETICIONES»