Primer mandamiento y tentar a Dios

La acción de tentar a Dios consiste en poner a prueba, de palabra o de obra, su bondad y su omnipotencia. Así es como Satán quería conseguir de Jesús que se arrojara del templo y obligase a Dios, mediante este gesto, a actuar (cf Lc 4, 9). Jesús le opone las palabras de Dios: “NoSigue leyendo «Primer mandamiento y tentar a Dios»

El primer mandamiento y La irreligión

El primer mandamiento de Dios reprueba los principales pecados de irreligión: la acción de tentar a Dios con palabras o con obras, el sacrilegio y la simonía No tendrás al Señor tu Dios

El primer mandamiento y el espiritismo

Todas las prácticas de magia o de hechicería mediante las que se pretende domesticar potencias ocultas para ponerlas a su servicio y obtener un poder sobrenatural sobre el prójimo —aunque sea para procurar la salud—, son gravemente contrarias a la virtud de la religión. Estas prácticas son más condenables aún cuando van acompañadas de unaSigue leyendo «El primer mandamiento y el espiritismo»

El primer mandamiento, la Adivinación y magia

Dios puede revelar el porvenir a sus profetas o a otros santos. Sin embargo, la actitud cristiana justa consiste en entregarse con confianza en las manos de la providencia en lo que se refiere al futuro y en abandonar toda curiosidad malsana al respecto. Sin embargo, la imprevisión puede constituir una falta de responsabilidad TodasSigue leyendo «El primer mandamiento, la Adivinación y magia»

Idolatría (al arca o lo que Había en el arca)

La vida humana se unifica en la adoración del Dios Único. El mandamiento de adorar al único Señor da unidad al hombre y lo salva de una dispersión infinita. La idolatría es una perversión del sentido religioso innato en el hombre. El idólatra es el que “aplica a cualquier cosa, en lugar de a Dios,Sigue leyendo «Idolatría (al arca o lo que Había en el arca)»

El primer mandamiento y la idolatría

El primer mandamiento condena el politeísmo. Exige al hombre no creer en otros dioses que el Dios verdadero. Y no venerar otras divinidades que al único Dios. La Escritura recuerda constantemente este rechazo de los “ídolos  oro y plata, obra de las manos de los hombres”, que “tienen boca y no hablan, ojos y noSigue leyendo «El primer mandamiento y la idolatría»

CAIFÁS Y sus descendientes: ¿cristianos?

Mateo, al narrar la Pasión, dice que “Entonces se reunieron los jefes de los sacerdores y los ancianos del pueblo en el palacio del sumo sacerdote, que se llamaba Caifás” (Mt 26, 3). Lucas en cambio refiere “el pontificado de Anás y Caifás” (Lc 3, 2), tal vez debido a que Caifás era yerno deSigue leyendo «CAIFÁS Y sus descendientes: ¿cristianos?»

Las ideas de la Iglesia

Escribía Chesterton que el catolicismo es «la única religión que libera al hombre de la degradante esclavitud de ser un hijo de nuestro tiempo». Quienes acusan a la Iglesia de no acomodarse a los tiempos no entienden que ser católico consiste, precisamente, en oponerse a la mentalidad dominante, en conquistar un ámbito de fortaleza ySigue leyendo «Las ideas de la Iglesia»

El primer mandamiento y la superstición

La superstición es la desviación del sentimiento religioso y de las prácticas que impone. Puede afectar también al culto que damos al verdadero Dios, por ejemplo, cuando se atribuye una importancia, de algún modo, mágica a ciertas prácticas, por otra parte, legítimas o necesarias. Atribuir su eficacia a la sola materialidad de las oraciones oSigue leyendo «El primer mandamiento y la superstición»

No habrá para ti otros dioses delante de mí

El primer mandamiento prohíbe honrar a dioses distintos del Único Señor que se ha revelado a su pueblo. Proscribe la superstición y la irreligión. La superstición representa en cierta manera una perversión, por exceso, de la religión. La irreligión es un vicio opuesto por defecto a la virtud de la religión.