Con el prójimo: Antes del pecado, Adán al contemplar a Eva exclamó: “esta sí que es carne de mi carne y hueso de mis huesos” (Gén 2, 23); es decir, la sentía como suya, como un regalo de Dios y como alguien semejante a él. Después de la caída ya no se refiere a ellaSigue leyendo «Cuatro rupturas (2/4)»
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Biblia
«Si crees lo que te gusta en los evangelios y rechazas lo que no te gusta, no crees en el evangelio, sino en ti mismo». San Agustín de Hipona
Dar testimonio de la verdad
Ante Pilato, Cristo proclama que había “venido al mundo para dar testimonio de la verdad” (Jn 18, 37). El cristiano no debe “avergonzarse de dar testimonio del Señor” (2 Tm 1, 8). En las situaciones que exigen dar testimonio de la fe, el cristiano debe profesarla sin ambigüedad, a ejemplo de san Pablo ante susSigue leyendo «Dar testimonio de la verdad»
Rupturas del pecado (1/4)
Con Dios: Antes del pecado original, Adán y Eva se paseaban con Dios por el Edén, gozaban de su amor y de su presencia, lo experimentaban como un Padre amoroso y bondadoso en quien se sentían confiados. Una vez pecaron, esto cambió: “una vez sintieron los pasos de Yahvé se ocultaron a su vista porqueSigue leyendo «Rupturas del pecado (1/4)»
Vivir en la verdad
Los hombres no podrían vivir juntos si no tuvieran confianza recíproca, es decir, si no se manifestasen la verdad” (Santo Tomás de Aquino, Summa theologiae, 2-2, q 109, a 3 ad 1). La virtud de la veracidad da justamente al prójimo lo que le es debido; observa un justo medio entre lo que debe serSigue leyendo «Vivir en la verdad»
Caída del hombre
El capítulo tercero del libro del Génesis nos relata cómo la mujer, tentada por el diablo, comió del fruto prohibido por Dios, arrastrando también a su esposo a que desobedeciera el mandato divino: «El hombre, tentado por el diablo, dejó morir en su corazón la confianza hacia su creador (cf. Gén 3,1-11) y, abusando deSigue leyendo «Caída del hombre»
Vivir en la verdad
El hombre busca naturalmente la verdad. Está obligado a honrarla y atestiguarla: “Todos los hombres, conforme a su dignidad, por ser personas, se ven impulsados, por su misma naturaleza, a buscar la verdad y, además, tienen la obligación moral de hacerlo, sobre todo con respecto a la verdad religiosa. Están obligados también a adherirse aSigue leyendo «Vivir en la verdad»
Vivir en la verdad
El Antiguo Testamento lo proclama: Dios es fuente de toda verdad. Su Palabra es verdad (cf Pr 8, 7; 2 S 7, 28). Su ley es verdad (cf Sal 119, 142) “Tu verdad, de edad en edad” (Sal 119, 90; Lc 1, 50). Puesto que Dios es el “Veraz” (Rm 3, 4), los miembros deSigue leyendo «Vivir en la verdad»
La caída
Para abordar el tema del pecado es necesario remontarnos a su origen, es decir, a la caída de nuestros primeros padres -Adán y Eva, y devolvernos un poco más hacia atrás para conocer también la caída de los ángeles, pues según el Catecismo, detrás de este primer pecado del hombre «se halla una voz seductora,Sigue leyendo «La caída»
Dejemos lo bonito, lo útil para ir al cielo
Una de las más dulces emociones que me hizo estremecerme fue la vista del Coliseo. Por fin podía ver aquella arena en la que tantos mártires habían derramado su sangre por Jesús, y ya me disponía a besar aquella tierra que ellos habían santificado. (…) y, arrodillándonos sobre aquella tierra sagrada, nuestras almas se fundieronSigue leyendo «Dejemos lo bonito, lo útil para ir al cielo»