Señor Dios, Padre Santo, bendito seas ahora y para siempre, porque se hace lo que permites, y es bueno lo que tú haces. Que tu siervo se alegre en ti, no en sí ni en otro alguno, porque tú sólo eres la alegría verdadera, tú eres mi esperanza y corona, tú eres, Señor, mi alegríaSigue leyendo «De qué manera debe de ponerse uno en Manos de Dios cuando llega la tristeza»
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Buscar la verdadera teologia
Y otra vez el cansancio y la decadencia al correr del siglo XIV y todo el XV. La teología cae y se extravía; la verdad se esconde; la moral deja el campo a la corrupción, que lo invade todo; y hasta las artes y la cultura pierden originalidad y brío, y todo es confusión ySigue leyendo «Buscar la verdadera teologia»
Saulos, Zaqueos y Samaritanas
se encuentran a todas horas por los caminos de la vida. Esa sociedad nuestra de mitad del siglo XX en su mayor parte y en su parte más característica; eso que en lenguaje evangélico podríamos llamar mundo; esa sociedad que muere de sed, y que para saciar esa sed sale de sí y emprende cadaSigue leyendo «Saulos, Zaqueos y Samaritanas»
Santo Sacrificio de la Misa
La Santa Misa es superior a todas las demás devociones. El que la abandona, pronto seca en sí las fuentes de la piedad. Así como el sol vivifica todas las plantas, así también la Misa da mayor mérito a todas las obras. El sol de por sí es más luminoso y más útil a laSigue leyendo «Santo Sacrificio de la Misa»
El deseo de la vida eterna, y los grandes bienes prometidos a los que luchan por ganarla
Otros serán grandes en recibir alabanzas humanas; de tí no se dirá nada A otros les darán varios cargos, a ti no te creerán bueno para nada. La naturaleza se contristará algunas veces por eso, y ya será mucho si en el silencio lo puedes sufrir Esas pruebas y otras parecidas suele sufrir el siervoSigue leyendo «El deseo de la vida eterna, y los grandes bienes prometidos a los que luchan por ganarla»
Zaqueo
Acercábase Jesús a Jericó, rodeado por la turba inmensa que a todas partes le seguía. Y había en esta ciudad un hombre llamado Zaqueo, que deseaba ver a Jesús; pero no alcanzaba a verle por la turba, que le envolvía, siendo como él era pequeño de estatura. Subióse entonces a un árbol que había enSigue leyendo «Zaqueo»
Santo Sacrificio de la Misa
Mientras ofrecíes el Santo Sacrificio con un sacerdote, todos los demás que dicen Misa al mismo tiempo, rogaran por vosotros.Cuándo sabéis que a cierta hora se celebra la Santa Misa en alguna parte y no podíes asistir, no vaciléis; transportad allí vuestro espíritu y vuestro corazón; puesto que el sacerdote ora por todos los asistentes,Sigue leyendo «Santo Sacrificio de la Misa»
El deseo de la vida eterna, y los grandes bienes prometidos a los que luchan por ganarla
No pidas lo que te guste o acomode, sino lo que honre y agrade a Dios. Porque si rectamente juzgas, debes preferir y seguir mis disposiciones, más bien que tus deseos y todos los objetos de tus deseos. Conozco tus deseos y he oído tus frecuentes gemidos. Ya quisieras estar libre y gozando de laSigue leyendo «El deseo de la vida eterna, y los grandes bienes prometidos a los que luchan por ganarla»
En un pozo
Iba Jesús con sus apóstoles atravesando Samaria camino de Galilea, y, al llegar a las proximidades de Sicar, fatigado y sediento, se sentó en el brocal del pozo de Jacob, mientras sus discípulos se dirigían a la próxima ciudad en busca de alimentos. Era ya pasado el mediodía. Y en esto, llega una mujer samaritanaSigue leyendo «En un pozo»
El deseo de la vida eterna, y los grandes bienes prometidos a los que luchan por ganarla
Hijo mío, cuando sientas que de lo alto se te infunde el deseo de la bienaventuranza eterna y el anhelo por salir de la oscura cárcel de tu cuerpo para contemplar mi gloria sin ninguna sombra de mudanza, ensanchas tu pecho y recibe con inflamado afecto esa inspiración santa. Da incesantes gracias a la clemenciaSigue leyendo «El deseo de la vida eterna, y los grandes bienes prometidos a los que luchan por ganarla»