Pertenecía a la familia de los Poncios, originaria probablemente del territorio samnita[ 43], próximo a Benevento y era por entonces el quinto procurador romano de la provincia de Judea donde residiría por espacio de diez años (del 26 al 36 de nuestra era). No vivía en Judea–como comúnmente podría creerse– sino en Cesarea Marítima[ 44],Sigue leyendo «¿Y quién era Poncio Pilato?»
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Poncio Pilato y un nuevo proceso
Como ya hemos visto al principio, el Sanedrín de Jerusalén podía proceder contra los peregrinos que se hubiesen hecho culpables de un delito religioso castigado con la pena de muerte según la ley judía; pero era el procurador quien tenía el imperium para ejecutarla o desecharla según un nuevo proceso. Ahora bien, a esta alturaSigue leyendo «Poncio Pilato y un nuevo proceso»
Juicio nulo
Cristo fue condenado por voto en masa Cosa contraria a la ley (Mishná, Cap. V, nº 5 «cada uno a su turno debe absolver o condenar»). IX) Había obligación de pesar atentamente la respuesta del acusado Cosa que no se hizo, es decir: cada miembro del jurado debió sopesar: ¿es o no es Hijo deSigue leyendo «Juicio nulo»
Reo de muerte
Los dos escribas no recogieron los votos Ni los jueces votaron uno a uno (Mishná, Cap. IV, nº 3: «a cada uno de los extremos del Sanedrín se coloca un secretario, encargado de recoger los votos. Uno recoge los votos absolutorios y el otro los condenatorios». En ese momento ninguno de los presentes dijo nadaSigue leyendo «Reo de muerte»
Condena a muerte
El momento en que se dicta sentencia La sentencia fue dada el día mismo en que comenzó el proceso, violando así la ley que decía: «todo juicio criminal puede terminarse el día mismo en que ha comenzado, si el resultado de los debates es la absolución del acusado, pero si debe pronunciar una pena capital,Sigue leyendo «Condena a muerte»
Rasgarse las vestiduras
El gesto de indignación de rasgarse las vestiduras, ya fuese espontáneo o fingido, constituía un acto obligado, con una reglamentación específica, sobre todo ante casos de blasfemia. Incluso Marcos (Mc 14, 64) acompaña el acto con un: «Habéis oído la blasfemia. ¿Qué os parece?», y Mateo (Mt 26, 65) dice: «¡Ha blasfemado!» Evidentemente estamos anteSigue leyendo «Rasgarse las vestiduras»
Las normas más elementales de derecho procesal, no permitirían ésto
De lo contrario se lo ponía en la situación de «perjurar» o de «incriminarse»; lo mismo decía la Mishná: tenemos por fundamento que ninguno puede perjudicarse a sí mismo. Sin embargo, para regocijo de la iniquidad, todo ocurrió al revés: ningún juramento se pidió a los testigos, pero sí al acusado. Y así, vino elSigue leyendo «Las normas más elementales de derecho procesal, no permitirían ésto»
Caifás y Jesús
Según se lee en San Mateo (Mt 26, 62), el mismo Caifás tomó el toro por las astas, agregando una nueva nulidad a la causa (¿ y ya van…?), pues el mismo juez devino en juez y parte al mismo tiempo, como se dice en los tribunales. Toda legislación y especialmente la hebrea prohibía queSigue leyendo «Caifás y Jesús»
Le hemos oído decir
«le hemos oído decir: “Yo destruiré este templo…”» (Mt 26, 61), cuando las verdaderas palabras de Cristo habían sido: «destruid este templo y yo lo reedificaré en tres días». Así siguieron los «testimonios», con palabras hipotéticas e insuficientes para constituir un cargo contra el acusado. Cristo, al pronunciar las palabras alusivas al templo, hacía referenciaSigue leyendo «Le hemos oído decir»
Acusaciones contra Cristo
En el caso de Jesús, se presentaron dos testigos que declararon juntos, cosa que iba también contra la ley, como señala el libro de Daniel en el caso de la casta Susana y los vejetes abusadores (Dan 13, 51: «separadles unos de otros y yo los examinaré»). Si una vez separados los testimonios no coincidíanSigue leyendo «Acusaciones contra Cristo»