12:17 Sin devolver a nadie mal por mal; procurando el bien ante todos los hombres;12:18 en lo posible, y en cuanto de vosotros dependa, en paz con todos los hombres;12:19 no tomando la justicia por cuenta vuestra, queridos míos, dejad lugar a la ira, pues dice la Escritura: Mía es la venganza; yo daré elSigue leyendo «Vence al mal con el bien»
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Tú que juzgas
Quien es susceptible, o fácil de encolerizarse, hasta lo bueno interpreta mal, y cree fácilmente lo malo (ve ofensas donde no hubo mala intención). Pero quien ama la paz interpreta todo por el aspecto del bien.La persona amante de la paz no vive sospechando de los demás. Pero quién es descontento e inquieto está siempreSigue leyendo «Tú que juzgas»
Superiores a mi
12:3 En virtud de la gracia que me fue dada, os digo a todos vosotros: No os estiméis en más de lo que conviene; tened más bien una sobria estima según la medida de la fe que otorgó Dios a cada cual. 12:10 amándoos cordialmente los unos a los otros; estimando en más cada unoSigue leyendo «Superiores a mi»
Hágase tu voluntad
Por la oración, podemos “discernir cuál es la voluntad de Dios” (Rm 12, 2; Ef 5, 17) y obtener “constancia para cumplirla” (Hb 10, 36). Jesús nos enseña que se entra en el Reino de los cielos, no mediante palabras, sino “haciendo la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mt 7, 21)Sigue leyendo «Hágase tu voluntad»
Siempre virgen
Nosotros, pues, creemos que también María fue de la estirpe de David, porque creemos a las Escrituras, que dicen que Cristo es del linaje de David según la carne ( Rom 1,3 ), así como que María que fue su Madre, no por cohabitación con varón, sino permaneciendo siempre virgen ( Mt 1,18; Lc 1,34-Sigue leyendo «Siempre virgen»
Tú
Tú debes poner toda tu confianza solo en Dios y que Él sea el objeto principalísimo de tu amor y a quien más temas tener disgustado. Él responderá por tí, y hará que todo sea para tu mayor bien. «Todo redundará en bien de los que aman a Dios» (Romanos 8) Imitación de Cristo (TomásSigue leyendo «Tú»
“¡Venga a nosotros tu Reino!”
“El Reino de Dios [es] justicia y paz y gozo en el Espíritu Santo” (Rm 14, 17). Los últimos tiempos en los que estamos son los de la efusión del Espíritu Santo. Desde entonces está entablado un combate decisivo entre “la carne” y el Espíritu (cf Ga 5, 16-25): «Solo un corazón puro puede decirSigue leyendo «“¡Venga a nosotros tu Reino!”»
Santificar el nombre de Dios
Depende inseparablemente de nuestra vida y de nuestra oración que su Nombre sea santificado entre las naciones: «Pedimos a Dios santificar su Nombre porque Él salva y santifica a toda la creación por medio de la santidad Se trata del Nombre que da la salvación al mundo perdido, pero nosotros pedimos que este Nombre deSigue leyendo «Santificar el nombre de Dios»
Gloria de Dios
La santidad de Dios es el hogar inaccesible de su misterio eterno. Lo que se manifiesta de Él en la creación y en la historia, la Escritura lo llama Gloria, la irradiación de su Majestad (cf Sal 8; Is 6, 3). Al crear al hombre “a su imagen y semejanza” (Gn 1, 26), Dios “loSigue leyendo «Gloria de Dios»
Nuestro
Gramaticalmente, “nuestro” califica una realidad común a varios. No hay más que un solo Dios y es reconocido Padre por aquéllos que, por la fe en su Hijo único, han renacido de Él por el agua y por el Espíritu (cf 1 Jn 5, 1; Jn 3, 5). La Iglesia es esta nueva comunión deSigue leyendo «Nuestro»