La existencia de la realidad objetiva De acuerdo con este dogma (filosófico) existe una realidad objetiva independientemente de nuestra subjetividad o, para decirlo de otro modo, “existe una realidad externa a nuestra mente”. Y en efecto: la realidad existe. Esta verdad se nos auto-impone. No podemos probarla ni refutarla. Querer probarla sería tanto como intentarSigue leyendo «La realidad»
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A las afueras del paraíso
El pecado crea una facilidad para el pecado, engendra el vicio por la repetición de actos. De ahí resultan inclinaciones desviadas que oscurecen la conciencia y corrompen la valoración concreta del bien y del mal. Así el pecado tiende a reproducirse y a reforzarse, pero no puede destruir el sentido moral hasta su raíz. ASigue leyendo «A las afueras del paraíso»
Espíritu santo
Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres pero la blasfemia contra el Espíritu Santo no será perdonada” (Mc 3, 29; cf Mt 12, 32; Lc 12, 10). No hay límites a la misericordia de Dios, pero quien se niega deliberadamente a acoger la misericordia de Dios mediante el arrepentimiento rechaza el perdón deSigue leyendo «Espíritu santo»
Dos clases de personas
Solo existen dos clases de personas que puedan llamarse razonables: aquellas que sirven a Dios de todo corazón, porque le conocen, y aquellas que buscan a Dios de todo corazón porque no le conocen filósofo y matemático francés Blaise Pascal
¿Existe Dios?
Un muy buen ejemplo de esto último nos lo dio el filósofo Frederick Copleston cuando en el famoso debate que sostuvo sobre la existencia de Dios en 1948 en el tercer Programa de la BBC puso en graves aprietos al mismísimo Bertrand Russell. Veamos cómo: “RUSSELL: Verá, yo entiendo que hay cosas buenas y cosasSigue leyendo «¿Existe Dios?»
La ignorancia involuntaria
Puede disminuir, y aún excusar, la imputabilidad de una falta grave, pero se supone que nadie ignora los principios de la ley moral que están inscritos en la conciencia de todo hombre. Los impulsos de la sensibilidad, las pasiones pueden igualmente reducir el carácter voluntario y libre de la falta, lo mismo que las presionesSigue leyendo «La ignorancia involuntaria»
El pecado mortal
Requiere plena conciencia y entero consentimiento. Presupone el conocimiento del carácter pecaminoso del acto, de su oposición a la Ley de Dios. Implica también un consentimiento suficientemente deliberado para ser una elección personal. La ignorancia afectada y el endurecimiento del corazón (cf Mc 3, 5-6; Lc 16, 19-31) no disminuyen, sino aumentan, el carácter voluntarioSigue leyendo «El pecado mortal»
Oración
Padre mío,me abandono a Ti.Haz de mí lo que quieras.Lo que hagas de mí te lo agradezco,estoy dispuesto a todo,lo acepto todo.Con tal que Tu voluntad se haga en míy en todas tus criaturas,no deseo nada más, Dios mío.Pongo mi vida en Tus manos.Te la doy, Dios mío,con todo el amor de mi corazón,porque teSigue leyendo «Oración»
La Iglesia es apostólica
«Mi amigo Ian me contó un sucedido de cuando era predicador baptista en una pequeña comunidad de Texas. Con celo apostólico, Ian trató de evangelizar no sólo a las familias pudientes, sino también a las menos afortunadas, muchas de ellas bastante pobres. Obtuvo una magnífica respuesta de la gente, de manera que la asistencia aSigue leyendo «La Iglesia es apostólica»
¿Dios existe?
Argumento moral. Según la exposición que hace de él el famoso apologista cristiano William Lane Craig, este se enuncia más o menos como sigue: 1. Si Dios no existe, los valores y deberes morales objetivos no existen. 2. Los valores y deberes morales objetivos existen. 3. Luego, Dios existe