La pureza exige el pudor

Este es parte integrante de la templanza. El pudor preserva la intimidad de la persona. Designa el rechazo a mostrar lo que debe permanecer velado. Está ordenado a la castidad, cuya delicadeza proclama. Ordena las miradas y los gestos en conformidad con la dignidad de las personas y con la relación que existe entre ellas.

La muerte

es consecuencia del pecado La muerte es la paga por el pecado, ésta no se encontraba en el plan de Dios. La Iglesia así nos lo ha enseñado: «Frente a la muerte, el enigma de la condición humana alcanza su cumbre” (GS 18). En un sentido, la muerte corporal es natural, pero por la feSigue leyendo «La muerte»

LA MUERTE

«Existen dos concepciones de la muerte. La concepción pagana, la concepción materialista, que ve en ella el término de la vida, la destrucción de la existencia humana, la que, por boca de un gran orador pagano, Cicerón, ha podido decir: “La muerte es la cosa más terrible entre las cosas terribles” (omnium terribilium, terribilissima mors);Sigue leyendo «LA MUERTE»

El combate por la pureza

El Bautismo confiere al que lo recibe la gracia de la purificación de todos los pecados. Pero el bautizado debe seguir luchando contra la concupiscencia de la carne y los apetitos desordenados. Con la gracia de Dios lo consigue — mediante la virtud y el don de la castidad, pues la castidad permite amar conSigue leyendo «El combate por la pureza»

Vanidad

Vanidad de vanidades apegar el corazón a lo que acaba tan pronto, y no preocuparse por conseguir el cielo, donde los goces duran para siempreRecuerda con frecuencia: Ni el ojo se sacia de ver, ni el oído de oirPor lo tanto empéñate por no apegar tu corazón a los bienes visibles y pasajeros de esteSigue leyendo «Vanidad»