Cada uno de los dos sexos es, con una dignidad igual, aunque de manera distinta, imagen del poder y de la ternura de Dios. La unión del hombre y de la mujer en el matrimonio es una manera de imitar en la carne la generosidad y la fecundidad del Creador: “El hombre deja a suSigue leyendo «Hombre y mujer: la misma dignidad»
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Identidad sexual
Corresponde a cada uno, hombre y mujer, reconocer y aceptar su identidad sexual. La diferencia y la complementariedad físicas, morales y espirituales, están orientadas a los bienes del matrimonio y al desarrollo de la vida familiar. La armonía de la pareja humana y de la sociedad depende en parte de la manera en que sonSigue leyendo «Identidad sexual»
La sexualidad
abraza todos los aspectos de la persona humana, en la unidad de su cuerpo y de su alma. Concierne particularmente a la afectividad, a la capacidad de amar y de procrear y, de manera más general, a la aptitud para establecer vínculos de comunión con otro.
Hombre y mujer los creó
“” “Dios es amor y vive en sí mismo un misterio de comunión personal de amor. Creándola a su imagen Dios inscribe en la humanidad del hombre y de la mujer la vocación, y consiguientemente la capacidad y la responsabilidad del amor y de la comunión” (FC 11) “Dios creó el hombre a imagen suya; Sigue leyendo «Hombre y mujer los creó»
Adulterio
No cometerás adulterio» (Ex 20, 14; Dt 5, 17) «Habéis oído que se dijo: “No cometerás adulterio”. Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón» (Mt 5, 27-28).
Obras de misericordia espirituales
Consolar al tristeCorregir a quien se equivocaDar un buen consejo a quien lo necesitaEnseñar a quien no sabePerdonar a quien nos ofendeRezar por los vivos y los difuntosSufrir con paciencia los defectos del prójimo
Medios para alcanzar y conservar la virtud de la pureza
Confesión y comunión frecuentes: la confesión otorga las gracias sacramentales que nos ayudan a vencer la tentación; el contacto de nuestro cuerpo con el Santísimo cuerpo de nuestro Señor Jesucristo, es una magnífica ayuda para aplacar la concupiscencia.
El porque de las guerras
En la medida en que los hombres son pecadores, les amenaza y les amenazará hasta la venida de Cristo, el peligro de guerra; en la medida en que, unidos por la caridad, superan el pecado, se superan también las violencias hasta que se cumpla la palabra: “De sus espadas forjarán arados y de sus lanzasSigue leyendo «El porque de las guerras»
Evitar la guerra
El quinto mandamiento condena la destrucción voluntaria de la vida humana. A causa de los males y de las injusticias que ocasiona toda guerra, la Iglesia insta constantemente a todos a orar y actuar para que la Bondad divina nos libre de la antigua servidumbre de la guerra (cf GS 81).
El respeto y el desarrollo de la vida humana exigen la paz
La paz no es sólo ausencia de guerra y no se limita a asegurar el equilibrio de fuerzas adversas. La paz no puede alcanzarse en la tierra, sin la salvaguardia de los bienes de las personas, la libre comunicación entre los seres humanos, el respeto de la dignidad de las personas y de los pueblos,Sigue leyendo «El respeto y el desarrollo de la vida humana exigen la paz»