El alma

«designa también lo que hay de más íntimo en el hombre (cf. Mt 26,38; Jn 12,27) y de más valor en él (cf. Mt 10,28), aquello por lo que es particularmente imagen de Dios: “alma” significa el principio espiritual en el hombre.» (Catecismo, 363). «La Iglesia enseña que cada alma espiritual es directamente creada porSigue leyendo «El alma»

Y Líbranos del mal

La última petición a nuestro Padre está también contenida en la oración de Jesús: “No te pido que los retires del mundo, sino que los guardes del Maligno” (Jn 17, 15). Esta petición concierne a cada uno individualmente, pero siempre quien ora es el “nosotros”, en comunión con toda la Iglesia y para la salvaciónSigue leyendo «Y Líbranos del mal»

No nos dejes caer en tentación

este combate y esta victoria sólo son posibles con la oración. Por medio de su oración, Jesús es vencedor del Tentador, desde el principio (cf Mt 4, 11) y en el último combate de su agonía (cf Mt 26, 36-44). En esta petición a nuestro Padre, Cristo nos une a su combate y a suSigue leyendo «No nos dejes caer en tentación»

Como la luz en la mañana

Los consuelos que provienen solamente de las creaturas, considéralos secundarios e insuficientes. Quien ama a Dios considera secundario lo que no tenga relación directa con Dios. Sólo Dios es eterno, es inmenso y llena el universo entero. Sólo Dios consuela totalmente el espíritu y llena de total alegría al corazón «Tú, Señor, has puesto enSigue leyendo «Como la luz en la mañana»

No nos dejes caer en la tentación

El Espíritu Santo nos hace discernir entre la prueba, necesaria para el crecimiento del hombre interior (cf Lc 8, 13-15; Hch 14, 22; 2 Tm 3, 12) en orden a una “virtud probada” (Rm 5, 3-5), y la tentación que conduce al pecado y a la muerte (cf St 1, 14-15). También debemos distinguir entreSigue leyendo «No nos dejes caer en la tentación»

No nos dejes caer en la tentación

Esta petición llega a la raíz de la anterior, porque nuestros pecados son los frutos del consentimiento a la tentación. Pedimos a nuestro Padre que no nos “deje caer” en ella. Traducir en una sola palabra el texto griego es difícil: significa “no permitas entrar en” (cf Mt 26, 41), “no nos dejes sucumbir aSigue leyendo «No nos dejes caer en la tentación»

Santo Sacrificio

Escuchemos las vivas exhortaciones del Apóstol (Hebreos 4, 16). Id apresuraos llenos de confianza ante el trono de la gracia, para recibir allí misericordia y obtener socorro en vuestras necesidades. ¿Cuál es este trono de gracia?, no es el Cielo, puesto que no podemos subir hasta allí; tampoco es el arca de la alianza, queSigue leyendo «Santo Sacrificio»

Nuestras deudas

No hay límite ni medida en este perdón, esencialmente divino (cf Mt 18, 21-22; Lc 17, 3-4). Si se trata de ofensas (de “pecados” según Lc 11, 4, o de “deudas” según Mt 6, 12), de hecho nosotros somos siempre deudores: “Con nadie tengáis otra deuda que la del mutuo amor” (Rm 13, 8). LaSigue leyendo «Nuestras deudas»

El perdón a los enemigos

La oración cristiana llega hasta el perdón de los enemigos (cf Mt 5, 43-44). Transfigura al discípulo configurándolo con su Maestro. El perdón es cumbre de la oración cristiana; el don de la oración no puede recibirse más que en un corazón acorde con la compasión divina. Además, el perdón da testimonio de que, enSigue leyendo «El perdón a los enemigos»