«Todos los hombres son llamados al mismo fin: Dios» (Catecismo, 1878). Venimos de Dios y a Dios volvemos. El fin del hombre es la gloria eterna con Dios en la visión Beatífica. El hombre fue creado para el Cielo: «Los que mueren en la gracia y la amistad de Dios y están perfectamente purificados, vivenSigue leyendo «Fin del hombre»
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LA DOXOLOGÍA FINAL
La doxología final “Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria por siempre Señor” vuelve a tomar, implícitamente, las tres primeras peticiones del Padrenuestro: la glorificación de su Nombre, la venida de su Reino y el poder de su Voluntad salvífica. Pero esta repetición se hace en forma de adoración y de acciónSigue leyendo «LA DOXOLOGÍA FINAL»
El cuerpo del hombre
participa de la dignidad de la “imagen de Dios”: es cuerpo humano precisamente porque está animado por el alma espiritual, y es toda la persona humana la que está destinada a ser, en el Cuerpo de Cristo, el templo del Espíritu (cf. 1 Cor 6,19-20; 15,44-45).» (Catecismo, 364). En el cuerpo se encuentran las facultadesSigue leyendo «El cuerpo del hombre»
Maldad
4:30 No entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, con el que fuisteis sellados para el día de la redención.4:31 Toda amargura, ira, cólera, gritos, maledicencia y cualquier clase de maldad, desaparezca de entre vosotros 4:32 Sed amables entre vosotros, compasivos, perdonándoos mutuamente como os perdonó Dios en Cristo.Efesios
No nos dejes caer en tentación
este combate y esta victoria sólo son posibles con la oración. Por medio de su oración, Jesús es vencedor del Tentador, desde el principio (cf Mt 4, 11) y en el último combate de su agonía (cf Mt 26, 36-44). En esta petición a nuestro Padre, Cristo nos une a su combate y a suSigue leyendo «No nos dejes caer en tentación»
No nos dejes caer en la tentación
El Espíritu Santo nos hace discernir entre la prueba, necesaria para el crecimiento del hombre interior (cf Lc 8, 13-15; Hch 14, 22; 2 Tm 3, 12) en orden a una “virtud probada” (Rm 5, 3-5), y la tentación que conduce al pecado y a la muerte (cf St 1, 14-15). También debemos distinguir entreSigue leyendo «No nos dejes caer en la tentación»
Santo Sacrificio
Escuchemos las vivas exhortaciones del Apóstol (Hebreos 4, 16). Id apresuraos llenos de confianza ante el trono de la gracia, para recibir allí misericordia y obtener socorro en vuestras necesidades. ¿Cuál es este trono de gracia?, no es el Cielo, puesto que no podemos subir hasta allí; tampoco es el arca de la alianza, queSigue leyendo «Santo Sacrificio»
Nuestras deudas
No hay límite ni medida en este perdón, esencialmente divino (cf Mt 18, 21-22; Lc 17, 3-4). Si se trata de ofensas (de “pecados” según Lc 11, 4, o de “deudas” según Mt 6, 12), de hecho nosotros somos siempre deudores: “Con nadie tengáis otra deuda que la del mutuo amor” (Rm 13, 8). LaSigue leyendo «Nuestras deudas»
El perdón a los enemigos
La oración cristiana llega hasta el perdón de los enemigos (cf Mt 5, 43-44). Transfigura al discípulo configurándolo con su Maestro. El perdón es cumbre de la oración cristiana; el don de la oración no puede recibirse más que en un corazón acorde con la compasión divina. Además, el perdón da testimonio de que, enSigue leyendo «El perdón a los enemigos»
Vence al mal con el bien
12:17 Sin devolver a nadie mal por mal; procurando el bien ante todos los hombres;12:18 en lo posible, y en cuanto de vosotros dependa, en paz con todos los hombres;12:19 no tomando la justicia por cuenta vuestra, queridos míos, dejad lugar a la ira, pues dice la Escritura: Mía es la venganza; yo daré elSigue leyendo «Vence al mal con el bien»