La muerte

es consecuencia del pecado La muerte es la paga por el pecado, ésta no se encontraba en el plan de Dios. La Iglesia así nos lo ha enseñado: «Frente a la muerte, el enigma de la condición humana alcanza su cumbre” (GS 18). En un sentido, la muerte corporal es natural, pero por la feSigue leyendo «La muerte»

El combate por la pureza

El Bautismo confiere al que lo recibe la gracia de la purificación de todos los pecados. Pero el bautizado debe seguir luchando contra la concupiscencia de la carne y los apetitos desordenados. Con la gracia de Dios lo consigue — mediante la oración: «Creía que la continencia dependía de mis propias fuerzas, las cuales noSigue leyendo «El combate por la pureza»

LA MUERTE

«Existen dos concepciones de la muerte. La concepción pagana, la concepción materialista, que ve en ella el término de la vida, la destrucción de la existencia humana, la que, por boca de un gran orador pagano, Cicerón, ha podido decir: “La muerte es la cosa más terrible entre las cosas terribles” (omnium terribilium, terribilissima mors);Sigue leyendo «LA MUERTE»

El combate por la pureza

El Bautismo confiere al que lo recibe la gracia de la purificación de todos los pecados. Pero el bautizado debe seguir luchando contra la concupiscencia de la carne y los apetitos desordenados. Con la gracia de Dios lo consigue — mediante la virtud y el don de la castidad, pues la castidad permite amar conSigue leyendo «El combate por la pureza»

¿Sola fide?

La sexta bienaventuranza proclama: «Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios» (Mt 5,8). Los «corazones limpios» designan a los que han ajustado su inteligencia y su voluntad a las exigencias de la santidad de Dios, principalmente en tres dominios: la caridad (cf 1 Tm 4, 3-12; 2 Tm 2 ,22), la castidadSigue leyendo «¿Sola fide?»

La purificación del corazón

El corazón es la sede de la personalidad moral: “de dentro del corazón salen las intenciones malas, asesinatos, adulterios, fornicaciones” (Mt 15, 19). La lucha contra la concupiscencia de la carne pasa por la purificación del corazón: «Mantente en la simplicidad y en la inocencia, y serás como los niños pequeños que ignoran la perversidadSigue leyendo «La purificación del corazón»

Concupiscencia

San Juan distingue tres especies de codicia o concupiscencia: la concupiscencia de la carne, la concupiscencia de los ojos y la soberbia de la vida (cf 1 Jn 2, 16 [Vulgata]). Siguiendo la tradición catequética católica, el noveno mandamiento prohíbe la concupiscencia de la carne; el décimo prohíbe la codicia del bien ajeno En sentidoSigue leyendo «Concupiscencia»

Re Cordis

Recuerda que Nuesro Señor se ofrece Él mismo por tí, colocándose como Mediador entre tu debilidad y la justicia divina, deteniendo el castigo a que te haces acreedor diariamente por tus pecados.Si recuerdas esto con frecuencia acudirías al Santo SacrificioSuspirarías por tener la dicha de participar en este Beneficio.Cúan devotamente asistirías y cómo sufrirías siSigue leyendo «Re Cordis»

EL NOVENO MANDAMIENTO

«No codiciarás la casa de tu prójimo, ni codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo» (Ex 20, 17) «El que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón» (Mt 5, 28). https://www.pildorasdefe.net/amor/familia/matrimonio-razones-hombres-casados-no-deden-mirar-otras-mujeres

La sabiduría

«La sabiduría es un hálito del poder de Dios, una emanación pura de la gloria del Omnipotente, por lo que nada manchado llega a alcanzarla. Es un reflejo de la luz eterna, un espejo sin mancha de la actividad de Dios, una imagen de su bondad» (Sb 7, 25-26) «La sabiduría es, en efecto, másSigue leyendo «La sabiduría»