El argumento del libre albedrío

Se observa en el hombre la capacidad de libre albedrío, es decir, la capacidad de autodeterminar sus fines: Todos estamos de algún u otro modo, consciente o inconscientemente, comprometidos con la idea de libre albedrío, es decir, con la idea de que los seres humanos podemos autodeterminar nuestros fines y elegir nuestros cursos de acción.Sigue leyendo «El argumento del libre albedrío»

Grados de la obediencia

Obediencia de principiante: Se aplican antes que a otra cosa a guardar fielmente los mandamientos de Dios y de la iglesia; y a someterse por lo menos exteriormente a las órdenes de los superiores legítimos con diligencia puntualidad y espíritu sobrenatural TANQUEREY, Op. cit. P. 683

La batalla espiritual

Evangelio según san Mateo, 4: 23- 25 Y andaba Jesús rodeando toda la Galilea, enseñando en las Sinagogas de ellos, y predicando el Evangelio del reino. Y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Y corrió su fama por toda la tierra, y le trajeron todos los que lo pasaban mal, poseídos deSigue leyendo «La batalla espiritual»

Adopción

Comprendamos que no seremos santos sino en la metida en que la vida de Cristo se difunda en nosotros. Esta es la única santidad que Dios nos pide; no hay otra. Seremos santos en Jesucristo, o no lo seremos de ninguna manera. La creación no encuentra en sí misma ni un solo átomo de estaSigue leyendo «Adopción»

El reino de Dios no tiene precio

Evangelio según san Mateo, 4: 18- 22 Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio dos hermanos, Simón, que después se llamó Pedro y Andrés su hermano, que arrojaban las redes al mar: eran pescadores: Y les dijo: «Venid conmigo, y os haré pescadores de hombres». Y ellos inmediatamente dejando las redes le siguieron. YSigue leyendo «El reino de Dios no tiene precio»

Libre albedrío y Dios

un ser humano, por más poderoso que se crea, no podrá por sí mismo volar si es que se tira de un edificio. Él no es la causa primaria de su ser y movimiento. Sus capacidades y limitaciones fueron configuradas por otro y le están ya dadas. Y ello justamente nos lleva al último puntoSigue leyendo «Libre albedrío y Dios»