José

Evangelio según san Mateo, 1: 19- 19 Y José, su Esposo, como era justo y no quisiese infamarla, quiso dejarla secretamente. (v. 19) Habiendo dicho el evangelista que María halló que había concebido en el vientre, del Espíritu Santo, sin obra de varón, para que nadie sospechase que un discípulo de Cristo haya inventado estasSigue leyendo «José»

Perdona nuestras ofensas

lo temible es que este desbordamiento de misericordia no puede penetrar en nuestro corazón mientras no hayamos perdonado a los que nos han ofendido. El Amor, como el Cuerpo de Cristo, es indivisible; no podemos amar a Dios a quien no vemos, si no amamos al hermano, a la hermana a quien vemos (cf 1Sigue leyendo «Perdona nuestras ofensas»

Virgen

Jesucristo nace además de una mujer intacta, porque no era adecuado que la virtud naciese por medio del deleite, la castidad por la vía de la lujuria, y la incorrupción por la corrupción. Y el que venía a destruir el antiguo imperio de la muerte habría de bajar del cielo de un modo distinto. Obtuvo,Sigue leyendo «Virgen»

¿Cómo será el proceso ante Pilato?

Veámoslo someramente. Jesús es llevado ante el procurador sin que los judíos quisieran entrar en el pretorio para no impurificarse y poder comer el cordero pascual. «- ¿Qué acusación traéis contra este hombre? – Si no fuera malhechor no te lo traeríamos. Tomadle vosotros y jugadle según vuestra ley. – Es que a nosotros noSigue leyendo «¿Cómo será el proceso ante Pilato?»

«Perdona nuestras ofensas»

Con una audaz confianza hemos empezado a orar a nuestro Padre. Suplicándole que su Nombre sea santificado, le hemos pedido que seamos cada vez más santificados. Pero, aun revestidos de la vestidura bautismal, no dejamos de pecar, de separarnos de Dios. Ahora, en esta nueva petición, nos volvemos a Él, como el hijo pródigo (cfSigue leyendo ««Perdona nuestras ofensas»»

Cruz

María se había desposado con un carpintero porque Cristo, esposo de la Iglesia, había de obrar la salud de todos los hombres por el leño de la cruz Pseudo- Crisóstomo, opus imperfectum super Matthaeum, hom. 1

«Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden»

Esta petición es sorprendente. Si sólo comprendiera la primera parte de la frase, —“perdona nuestras ofensas”— podría estar incluida, implícitamente, en las tres primeras peticiones de la Oración del Señor, ya que el Sacrificio de Cristo es “para la remisión de los pecados”. Pero, según el segundo miembro de la frase, nuestra petición no seráSigue leyendo ««Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden»»

DE LA SALUDABLE DOCTRINA DE LA RELIGIÓN CRISTIANA

Quéjanse, pues, y murmuran los hombres perversos e ingratos y los que están más profunda y estrechamente oprimidos del maligno espíritu de que los sacan mediante el nombre de Jesucristo del infernal yugo y penosa compañía de estas impuras potestades, y de que los transfieren de la tenebrosa noche de la abominable impiedad a laSigue leyendo «DE LA SALUDABLE DOCTRINA DE LA RELIGIÓN CRISTIANA»

¿Y quién era Poncio Pilato?

Pertenecía a la familia de los Poncios, originaria probablemente del territorio samnita[ 43], próximo a Benevento y era por entonces el quinto procurador romano de la provincia de Judea donde residiría por espacio de diez años (del 26 al 36 de nuestra era). No vivía en Judea–como comúnmente podría creerse– sino en Cesarea Marítima[ 44],Sigue leyendo «¿Y quién era Poncio Pilato?»

Poncio Pilato y un nuevo proceso

Como ya hemos visto al principio, el Sanedrín de Jerusalén podía proceder contra los peregrinos que se hubiesen hecho culpables de un delito religioso castigado con la pena de muerte según la ley judía; pero era el procurador quien tenía el imperium para ejecutarla o desecharla según un nuevo proceso. Ahora bien, a esta alturaSigue leyendo «Poncio Pilato y un nuevo proceso»