El Bautismo confiere al que lo recibe la gracia de la purificación de todos los pecados. Pero el bautizado debe seguir luchando contra la concupiscencia de la carne y los apetitos desordenados. Con la gracia de Dios lo consigue — mediante la virtud y el don de la castidad, pues la castidad permite amar conSigue leyendo «El combate por la pureza»
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A los limpios de corazón
se les promete que verán a Dios cara a cara y que serán semejantes a Él (cf 1 Co 13, 12, 1 Jn 3, 2). La pureza de corazón es el preámbulo de la visión. Ya desde ahora esta pureza nos concede ver según Dios, recibir al otro como un “prójimo”; nos permite considerar elSigue leyendo «A los limpios de corazón»
De la Justa estima de sí mismo
Todos tenemos por naturaleza el deseo de saber. Pero de qué sirve el saber mucho si no vivimos en amistad con Dios y no tenemos temor de ofenderlo?Aunque yo conociera todos los secretos de la ciencia, si no tengo amor de caridad nada soy (1 Cor 13,2)vVale más un humilde obrero que se enfuerza porqueSigue leyendo «De la Justa estima de sí mismo»
¿Sola fide?
La sexta bienaventuranza proclama: «Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios» (Mt 5,8). Los «corazones limpios» designan a los que han ajustado su inteligencia y su voluntad a las exigencias de la santidad de Dios, principalmente en tres dominios: la caridad (cf 1 Tm 4, 3-12; 2 Tm 2 ,22), la castidadSigue leyendo «¿Sola fide?»
Vanidad
Vanidad de vanidades apegar el corazón a lo que acaba tan pronto, y no preocuparse por conseguir el cielo, donde los goces duran para siempreRecuerda con frecuencia: Ni el ojo se sacia de ver, ni el oído de oirPor lo tanto empéñate por no apegar tu corazón a los bienes visibles y pasajeros de esteSigue leyendo «Vanidad»
Teología Natural
Sobre las discíplinas profanas, baste recordar lo que sapientísímamente dijo nuestro predecesor(26): «Trabajad animosamente en el estudio de las cosas naturales, en el cual los inventos ingeniosos y los útiles atrevimientos de nuestra época, así como los admiran con razón los contemporáneos, así los venideros los celebrarán con perenne aprobación y alabanzas». Pero hagamos estoSigue leyendo «Teología Natural»
La purificación del corazón
El corazón es la sede de la personalidad moral: “de dentro del corazón salen las intenciones malas, asesinatos, adulterios, fornicaciones” (Mt 15, 19). La lucha contra la concupiscencia de la carne pasa por la purificación del corazón: «Mantente en la simplicidad y en la inocencia, y serás como los niños pequeños que ignoran la perversidadSigue leyendo «La purificación del corazón»
Espíritu y Cuerpo
En el hombre, porque es un ser compuesto de espíritu y cuerpo, existe cierta tensión, y se desarrolla una lucha de tendencias entre el “espíritu” y la “carne”. Pero, en realidad, esta lucha pertenece a la herencia del pecado. Es una consecuencia de él, y, al mismo tiempo, confirma su existencia. Forma parte de laSigue leyendo «Espíritu y Cuerpo»
Concupiscencia
San Juan distingue tres especies de codicia o concupiscencia: la concupiscencia de la carne, la concupiscencia de los ojos y la soberbia de la vida (cf 1 Jn 2, 16 [Vulgata]). Siguiendo la tradición catequética católica, el noveno mandamiento prohíbe la concupiscencia de la carne; el décimo prohíbe la codicia del bien ajeno En sentidoSigue leyendo «Concupiscencia»
Un pan Sagrado
(comparación del antiguo y nuevo testamento)Levítico 24:9 Será para Aarón y sus hijos, y lo comerán en lugar sagrado; porque es cosa sacratísima, tomada de los manjares que se abrasan para Yahvé. Es decreto perpetuo.»Evangelio según San Juan 6:35 Les dijo Jesús: «Yo soy el pan de vida. El que venga a mí, no tendráSigue leyendo «Un pan Sagrado»