NO #COMULGAS #PORQUE YAERES #SANTO, SINO PORQUE#DESEAS #LLEGAR A LA#SANTIDAD. Y SIN#COMULGAR NO LO#LOGRARÍAS #QUIZÁS #JAMÁS#San #FranciscodeSales
Archivo de categoría: Francisco de Sales
Sobre el Santo Sacrificio de la Misa
«Cuando la abeja ha recogido el roció del cielo y el néctar de las flores más dulce de la tierra, se apresura a su colmena. De la misma forma, el sacerdote, habiendo del altar al Hijo de Dios (que es como el rocío del cielo y verdadero hijo de María, flor de nuestra humanidad), teSigue leyendo «Sobre el Santo Sacrificio de la Misa»
Una pléyade de testigos
MAESTROS Y LUGARES DE ORACIÓN Los testigos que nos han precedido en el Reino (cf Hb 12, 1), especialmente los que la Iglesia reconoce como “santos”, participan en la tradición viva de la oración, por el testimonio de sus vidas, por la transmisión de sus escritos y por su oración hoy. Contemplan a Dios, loSigue leyendo «Una pléyade de testigos»
Ese barquito al que todos estamos invitados, a quien nosotros llamamos iglesia
Estas oraciones son en primer lugar las que los fieles escuchan y leen en la sagrada Escritura, pero las actualizan, especialmente las de los salmos, a partir de su cumplimiento en Cristo (cf Lc 24, 27 44). El Espíritu Santo, que recuerda así a Cristo ante su Iglesia orante, conduce a ésta también hacia laSigue leyendo «Ese barquito al que todos estamos invitados, a quien nosotros llamamos iglesia»
Ese barquito al que todos estamos invitados, a quien nosotros llamamos iglesia
Estas oraciones son en primer lugar las que los fieles escuchan y leen en la sagrada Escritura, pero las actualizan, especialmente las de los salmos, a partir de su cumplimiento en Cristo (cf Lc 24, 27 44). El Espíritu Santo, que recuerda así a Cristo ante su Iglesia orante, conduce a ésta también hacia laSigue leyendo «Ese barquito al que todos estamos invitados, a quien nosotros llamamos iglesia»
Ese barquito al que todos estamos invitados, a quien nosotros llamamos iglesia
Estas oraciones son en primer lugar las que los fieles escuchan y leen en la sagrada Escritura, pero las actualizan, especialmente las de los salmos, a partir de su cumplimiento en Cristo (cf Lc 24, 27 44). El Espíritu Santo, que recuerda así a Cristo ante su Iglesia orante, conduce a ésta también hacia laSigue leyendo «Ese barquito al que todos estamos invitados, a quien nosotros llamamos iglesia»
Ese barquito al que todos estamos invitados, a quien nosotros llamamos iglesia
Estas oraciones son en primer lugar las que los fieles escuchan y leen en la sagrada Escritura, pero las actualizan, especialmente las de los salmos, a partir de su cumplimiento en Cristo (cf Lc 24, 27 44). El Espíritu Santo, que recuerda así a Cristo ante su Iglesia orante, conduce a ésta también hacia laSigue leyendo «Ese barquito al que todos estamos invitados, a quien nosotros llamamos iglesia»
Ese barquito al que todos estamos invitados, a quien nosotros llamamos iglesia
Estas oraciones son en primer lugar las que los fieles escuchan y leen en la sagrada Escritura, pero las actualizan, especialmente las de los salmos, a partir de su cumplimiento en Cristo (cf Lc 24, 27 44). El Espíritu Santo, que recuerda así a Cristo ante su Iglesia orante, conduce a ésta también hacia laSigue leyendo «Ese barquito al que todos estamos invitados, a quien nosotros llamamos iglesia»
Ese barquito al que todos estamos invitados, a quien nosotros llamamos iglesia
Estas oraciones son en primer lugar las que los fieles escuchan y leen en la sagrada Escritura, pero las actualizan, especialmente las de los salmos, a partir de su cumplimiento en Cristo (cf Lc 24, 27 44). El Espíritu Santo, que recuerda así a Cristo ante su Iglesia orante, conduce a ésta también hacia laSigue leyendo «Ese barquito al que todos estamos invitados, a quien nosotros llamamos iglesia»
Ese barquito al que todos estamos invitados, a quien nosotros llamamos iglesia
Estas oraciones son en primer lugar las que los fieles escuchan y leen en la sagrada Escritura, pero las actualizan, especialmente las de los salmos, a partir de su cumplimiento en Cristo (cf Lc 24, 27 44). El Espíritu Santo, que recuerda así a Cristo ante su Iglesia orante, conduce a ésta también hacia laSigue leyendo «Ese barquito al que todos estamos invitados, a quien nosotros llamamos iglesia»