La gravedad de la mentira

se mide según la naturaleza de la verdad que deforma, según las circunstancias, las intenciones del que la comete, y los daños padecidos por los que resultan perjudicados. Si la mentira en sí sólo constituye un pecado venial, sin embargo llega a ser mortal cuando lesiona gravemente las virtudes de la justicia y la caridadSigue leyendo «La gravedad de la mentira»

Sacramentos

en el Nuevo Testamento prescribe varios ritos y manda a los cristianos llevarlos a la práctica: el bautismo (Mateo 28,19), la Eucaristía (Lucas 22,19), la unción de enfermos (Santiago 5, 14), la confesión de los pecados (Santiago 5,16) y la ordenación clerical (1 Timoteo 4,14). Fiel a la palabra de Dios, la Iglesia Católica continúaSigue leyendo «Sacramentos»

Remedios eficaces

Nuestro predecesor, de feliz recuerdo, León XIII, procuró oponerse enérgicamente, de palabra y por obra, a este ejército de tan grandes errores que encubierta y descubiertamente nos acomete. Pero los modernistas, como ya hemos visto, no se intimidan fácilmente con tales armas, y simulando sumo respeto o humildad, han torcido hacia sus opiniones las palabrasSigue leyendo «Remedios eficaces»

La mentira

consiste en decir falsedad con intención de engañar” (San Agustín, De mendacio, 4, 5). El Señor denuncia en la mentira una obra diabólica: “Vuestro padre es el diablo porque no hay verdad en él; cuando dice la mentira, dice lo que le sale de dentro, porque es mentiroso y padre de la mentira” (Jn 8,Sigue leyendo «La mentira»

La vanagloria o jactancia

constituye una falta contra la verdad. Lo mismo sucede con la ironía que trata de ridiculizar a uno caricaturizando de manera malévola tal o cual aspecto de su comportamiento

Halago, adulación o complacencia

Debe proscribirse toda palabra o actitud que, por halago, adulación o complacencia, alienta y confirma a otro en la malicia de sus actos y en la perversidad de su conducta. La adulación es una falta grave si se hace cómplice de vicios o pecados graves. El deseo de prestar un servicio o la amistad noSigue leyendo «Halago, adulación o complacencia»

Oh dulce amor

Oh Dulce Amor, Jesús, sobre todo amor, escríbeme en el corazón cuánto me amaste. Jesús, Tú me creaste para que yo te amase… Jesús, Jesús, Jesús, toma mi corazón y no me lo devuelvas. Amén San Félix de cantalicio

El remedio contra el pecado: la confesión sacramental

«Jesús les dijo otra vez: “La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío.” Dicho esto, sopló y les dijo: “Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos”. (Jn 20, 21-23). Como lo vemos, es Voluntad del mismo DiosSigue leyendo «El remedio contra el pecado: la confesión sacramental»

Para evitar el juicio temerario

cada uno debe interpretar, en cuanto sea posible, en un sentido favorable los pensamientos, palabras y acciones de su prójimo: «Todo buen cristiano ha de ser más pronto a salvar la proposición del prójimo, que a condenarla; y si no la puede salvar, inquirirá cómo la entiende, y si mal la entiende, corríjale con amor;Sigue leyendo «Para evitar el juicio temerario»

El respeto de la reputación

de calumnia el que, mediante palabras contrarias a la verdad, daña la reputación de otros y da ocasión a juicios falsos respecto a ellos