Encrucijada

Evangelio según san Mateo, 6: 5- 6 «Y cuando oráis, no seréis como los hipócritas que aman el orar en pie en la sinagoga, y en los cantones de las plazas, para ser vistos de los hombres. En verdad os digo, recibieron su galardón. Mas tú cuando orares, entra en tu aposento, y cerrada laSigue leyendo «Encrucijada»

¿Cómo, Señor?

Evangelio según san Mateo, 6: 5- 6 «Y cuando oráis, no seréis como los hipócritas que aman el orar en pie en la sinagoga, y en los cantones de las plazas, para ser vistos de los hombres. En verdad os digo, recibieron su galardón. Mas tú cuando orares, entra en tu aposento, y cerrada laSigue leyendo «¿Cómo, Señor?»

¿Que te pido Señor?

¿Que te pido Señor? Hijos: Hombres siempre en tu mano. Pronto siempre a obedecerte a la voz de sus superiores, como Samuel: “Heme aquí. Siempre dispuestos a correr y a sufrirlo todo contigo y por tu causa, como los Apóstoles: “Vamos también nosotros a morir con Él 1 Re 3,16. Jn 11,16 Súplica ardiente paraSigue leyendo «¿Que te pido Señor?»

Prepara tu alma

Evangelio según san Mateo, 6: 5- 6 «Y cuando oráis, no seréis como los hipócritas que aman el orar en pie en la sinagoga, y en los cantones de las plazas, para ser vistos de los hombres. En verdad os digo, recibieron su galardón. Mas tú cuando orares, entra en tu aposento, y cerrada laSigue leyendo «Prepara tu alma»

El argumento de la milagrosa expansión del Cristianismo

Enunciación: para mostrar la veracidad de la religión cristiana se basa en el claro carácter milagroso de la expansión inicial del Cristianismo y se estructura como sigue: 1. Si una religión exhibe singularmente una clara “ayuda divina” en su expansión inicial, debe ser la religión verdadera. 2. Teniendo prácticamente todo en su contra desde elSigue leyendo «El argumento de la milagrosa expansión del Cristianismo»

Bartolomé de Las Casas y su «conversión»

Bartolomé de Las Casas y su «conversión» A Bartolomé de Las Casas se le atribuye la responsabilidad de la colonización española de las Américas. Un nombre que se saca siempre a relucir cuando se habla de las más afortunadas de sus obras, con un título que en sí constituye un programa: Brevísima relación de laSigue leyendo «Bartolomé de Las Casas y su «conversión»»

¿Qué te pido, Señor?

Hijos: Nubes levantadas de la tierra y llenas de rocío celeste, que sin obstáculos vuelen por todas partes al soplo del Espíritu Santo. Son ellos, en parte, aquellos a quienes contemplaron tus profetas cuando preguntaban: “¿Quiénes son ésos que vuelan como nubes?. “Iban donde el Espíritu los empujaba” Is 60,8Ez 1,12 Súplica ardiente para pedirSigue leyendo «¿Qué te pido, Señor?»

Moldeando la opinión social

Hay un fenómeno psicológico, propio de la psicología cognitiva, que bien puede tomarse en consideración a la hora de pensar el poder de los medios de comunicación y el uso de las palabras. Se ha dado en llamar priming («primado»), y se presenta como un efecto inconsciente en la respuesta a un estímulo que seSigue leyendo «Moldeando la opinión social»

Bueno entonces, ¿Hubo o no hubo resurrección?

Pero no solo están los puntos precedentes sino que hay todavía un hecho que demuestra de modo contundente que los primeros cristianos no creían en una resurrección corporal de Jesús, a saber: que el relato sobre la misma simplemente no aparece en el primero de los Evangelios, el de Marcos. En efecto, el fragmento deSigue leyendo «Bueno entonces, ¿Hubo o no hubo resurrección?»