«La lucha contra el fariseísmo, ese “pecado contra el Espíritu Santo” que le impedía su manifestación mesiánica y hería terriblemente su amor a los hombres y a los pobres y a los débiles… sin contar su amor al Padre –y a la Verdad. Ésa es la clave de su carácter, quizá la principal, la queSigue leyendo «Para fariseos y presbiteros actuales»
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Abba Pater
Podemos adorar al Padre porque nos ha hecho renacer a su vida al adoptarnos como hijos suyos en su Hijo único: por el Bautismo nos incorpora al Cuerpo de su Cristo, y, por la Unción de su Espíritu que se derrama desde la Cabeza a los miembros, hace de nosotros “cristos”: «Dios, en efecto, queSigue leyendo «Abba Pater»
Orar al Padre
Cuando oramos al Padre estamos en comunión con Él y con su Hijo, Jesucristo (cf 1 Jn 1, 3). Entonces le conocemos y lo reconocemos con admiración siempre nueva. La primera palabra de la Oración del Señor es una bendición de adoración, antes de ser una imploración. Porque la Gloria de Dios es que nosotrosSigue leyendo «Orar al Padre»
Aborto
Expulsión del seno materno, casual o intencionada, de la vida en gestación, originándole la muerte. Para hablar del aborto tenemos que partir de afirmar que la vida humana comienza en el instante mismo de la concepción. El Dr. Jerónimo Lejeune, afirma al respecto : “esta primera célula, resultado de la concepción, ya es un serSigue leyendo «Aborto»
Jesús es Dios
Yo refrenaré la audacia y el furor insensato de este hombre con la autoridad de los testimonios celestiales aduciendo, para demostrarle la persona de la sustancia propia del Hijo, no los que él cavilosamente pretende que convienen a la humanidad asumida, sino los que sin escrúpulo del entendimiento más perplejo confiesan todos unánimes que competenSigue leyendo «Jesús es Dios»
Dios padre
Podemos invocar a Dios como “Padre” porque Él nos ha sido revelado por su Hijo hecho hombre y su Espíritu nos lo hace conocer. Lo que el hombre no puede concebir ni los poderes angélicos entrever, es decir, la relación personal del Hijo hacia el Padre (cf Jn 1, 1), he aquí que el EspírituSigue leyendo «Dios padre»
Parrhesia
Este poder del Espíritu que nos introduce en la Oración del Señor se expresa en las liturgias de Oriente y de Occidente con la bella palabra, típicamente cristiana: parrhesia, simplicidad sin desviación, conciencia filial, seguridad alegre, audacia humilde, certeza de ser amado (cf Ef 3, 12; Hb 3, 6; 4, 16; 10, 19; 1 JnSigue leyendo «Parrhesia»
Anticoncepción
Consiste en cualquier modificación introducida en el acto sexual natural, con objeto de impedir la fecundación. La gravedad de las prácticas anticonceptivas radica principalmente en la desconexión que producen entre el acto sexual y la finalidad natural que le es propia. A través de la anticoncepción, el hombre pretende usurpar el poder de dar vidaSigue leyendo «Anticoncepción»
Acercarse a Él con toda confianza
En la liturgia romana, se invita a la asamblea eucarística a rezar el Padre Nuestro con una audacia filial; las liturgias orientales usan y desarrollan expresiones análogas: “Atrevernos con toda confianza”, “Haznos dignos de”. Ante la zarza ardiendo, se le dijo a Moisés: “No te acerques aquí. Quita las sandalias de tus pies” (Ex 3,Sigue leyendo «Acercarse a Él con toda confianza»
Liturgia eucarística y el Padre Nuestro
la Oración del Señor aparece como la oración de toda la Iglesia. Allí se revela su sentido pleno y su eficacia. Situada entre la Anáfora (Oración eucarística) y la liturgia de la Comunión, recapitula por una parte todas las peticiones e intercesiones expresadas en el movimiento de la epíclesis, y, por otra parte, llama aSigue leyendo «Liturgia eucarística y el Padre Nuestro»