Confesión

El secreto del sacramento de la Reconciliación es sagrado y no puede ser revelado bajo ningún pretexto “El sigilo sacramental es inviolable; por lo cual está terminantemente prohibido al confesor descubrir al penitente, de palabra o de cualquier otro modo, y por ningún motivo” (CIC can 983, § 1)

El respeto a la verdad

El derecho a la comunicación de la verdad no es incondicional. Todos deben conformar su vida al precepto evangélico del amor fraterno. Este exige, en las situaciones concretas, estimar si conviene o no revelar la verdad a quien la pide La caridad y el respeto de la verdad deben dictar la respuesta a toda peticiónSigue leyendo «El respeto a la verdad»

Faltas cometidas contra la justicia y la verdad

Toda falta cometida contra la justicia y la verdad entraña el deber de reparación, aunque su autor haya sido perdonado. Cuando es imposible reparar un daño públicamente, es preciso hacerlo en secreto; si el que ha sufrido un perjuicio no puede ser indemnizado directamente, es preciso darle satisfacción moralmente, en nombre de la caridad. EsteSigue leyendo «Faltas cometidas contra la justicia y la verdad»

La gravedad de la mentira

se mide según la naturaleza de la verdad que deforma, según las circunstancias, las intenciones del que la comete, y los daños padecidos por los que resultan perjudicados. Si la mentira en sí sólo constituye un pecado venial, sin embargo llega a ser mortal cuando lesiona gravemente las virtudes de la justicia y la caridadSigue leyendo «La gravedad de la mentira»

Sacramentos

en el Nuevo Testamento prescribe varios ritos y manda a los cristianos llevarlos a la práctica: el bautismo (Mateo 28,19), la Eucaristía (Lucas 22,19), la unción de enfermos (Santiago 5, 14), la confesión de los pecados (Santiago 5,16) y la ordenación clerical (1 Timoteo 4,14). Fiel a la palabra de Dios, la Iglesia Católica continúaSigue leyendo «Sacramentos»

La mentira

consiste en decir falsedad con intención de engañar” (San Agustín, De mendacio, 4, 5). El Señor denuncia en la mentira una obra diabólica: “Vuestro padre es el diablo porque no hay verdad en él; cuando dice la mentira, dice lo que le sale de dentro, porque es mentiroso y padre de la mentira” (Jn 8,Sigue leyendo «La mentira»

La vanagloria o jactancia

constituye una falta contra la verdad. Lo mismo sucede con la ironía que trata de ridiculizar a uno caricaturizando de manera malévola tal o cual aspecto de su comportamiento

Halago, adulación o complacencia

Debe proscribirse toda palabra o actitud que, por halago, adulación o complacencia, alienta y confirma a otro en la malicia de sus actos y en la perversidad de su conducta. La adulación es una falta grave si se hace cómplice de vicios o pecados graves. El deseo de prestar un servicio o la amistad noSigue leyendo «Halago, adulación o complacencia»

El remedio contra el pecado: la confesión sacramental

«Jesús les dijo otra vez: “La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío.” Dicho esto, sopló y les dijo: “Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos”. (Jn 20, 21-23). Como lo vemos, es Voluntad del mismo DiosSigue leyendo «El remedio contra el pecado: la confesión sacramental»

La maledicencia y la calumnia

destruyen la reputación y el honor del prójimo. Ahora bien, el honor es el testimonio social dado a la dignidad humana y cada uno posee un derecho natural al honor de su nombre, a su reputación y a su respeto. Así, la maledicencia y la calumnia lesionan las virtudes de la justicia y de laSigue leyendo «La maledicencia y la calumnia»