Lo propio de la caridad

Evangelio según san Mateo, 5: 43- 48 «Habéis oído que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Mas yo os digo: Amad a vuestros enemigos; haced bien a los que os aborrecen. Y rogad por los que os persiguen y os calumnian: Para que seáis hijos de vuestro Padre, que estáSigue leyendo «Lo propio de la caridad»

Interficite errores; homines diligite

Interficite errores; homines diligite. Acabad con los errores; amad a los hombres. No todas las ideas ni todas las acciones son respetables. Dignos de todo respeto son, sin embargo, cada uno de los hombres San Agustín de Hipona

Misioneros

“Acuérdate, Señor, de tu Congregación” que tenías en la mente, pensando en ella desde la eternidad, que tenías en la mano, cuando con tu palabra creaste el universo; que llevabas en el corazón, cuando tu Hijo, al morir en la cruz, la consagró con su sangre y la confió al cuidado de su Madre SantísimaSigue leyendo «Misioneros»

En el obscuro Medievo

En la pintura, una vez más, nos vemos obligados a citar las grandes obras que aun permanecen y que nos siguen asombrando, de las cuales no siempre han quedado los nombres de sus autores, pero toda iglesia europea (cristiandad) de aquella época es testigo de lo que decimos. Sin embargo hay algunos nombres que permitenSigue leyendo «En el obscuro Medievo»

Jesucristo, Vida

Cristo es nuestro Camino y nuestra Verdad; pero ante todo y sobre todo es nuestra Vida. Hemos llegado al aspecto más profundo y al mismo tiempo más bello y conmovedor del «misterio de Cristo» con relación a nosotros. De tres maneras principales puede decirse que Cristo es nuestra Vida: en cuanto que nos mereció laSigue leyendo «Jesucristo, Vida»

El alma

El alma es inmortal, es decir, que la naturaleza del alma pide una existencia que no tenga fin: debe sobrevivir al cuerpo y no dejar nunca de vivir. El alma es creada a imagen de Dios, porque es capaz, como Él, de conocer, de amar y de obrar libremente. Dios es un espíritu, nuestra almaSigue leyendo «El alma»

Advierte

Homilía de San Ambrosio, Obispo Advierte diligentemente, de qué modo el Señor sube con los Apóstoles y desciende hacia las multitudes. ¿Cómo sino en un lugar humilde el pueblo podría ver a Cristo? No le sigue a lo más elevado, no sube a las cumbres. Al descender halla enfermos que no pueden permanecer en lasSigue leyendo «Advierte»

LAS SEMILLAS DEL VERBO EN LA APOLOGÍA II, 7.13 DE SAN JUSTINO

EL CRISTIANO 13. Porque también yo, al darme cuenta de que los malvados demonios habían echado un velo a las divinas enseñanzas de Cristo con el fin de apartar de ellas a los otros hombres, desprecie lo mismo a quienes tales calumnias propalaban que el velo de los demonios y la opinión del vulgo. 2.Sigue leyendo «LAS SEMILLAS DEL VERBO EN LA APOLOGÍA II, 7.13 DE SAN JUSTINO»

Jesús, ¿un loco?

En realidad Jesucristo sí estaba loco. Era un esquizofrénico. De hecho, son varios los pasajes del Evangelio donde puede comprobarse el carácter disociado y contradictorio de su personalidad. Así, por ejemplo, hay pasajes donde aparece extremadamente manso (Lucas 19: 41, Lucas 22: 47- 54), y otros en que aparece extremadamente colérico (Juan 2: 13- 17,Sigue leyendo «Jesús, ¿un loco?»

En el obscuro Medievo

En la pintura, una vez más, nos vemos obligados a citar las grandes obras que aun permanecen y que nos siguen asombrando, de las cuales no siempre han quedado los nombres de sus autores, pero toda iglesia europea (cristiandad) de aquella época es testigo de lo que decimos. Sin embargo hay algunos nombres que permitenSigue leyendo «En el obscuro Medievo»