La Gracia y Amistad con Dios

La Gracia y Amistad con Dios ¡Oh Señor, cuánta necesidad tengo de tu gracia, de tu ayuda, para animarme a comenzar las buenas obras y ser capaz de continuarlas y terminarlas debidamente! Nada puedo hacer sin tu gracia, sin tu ayuda. Pero con tu Gracia y favor todo lo puedo, «Sin mí nada podéis hacer»,Sigue leyendo «La Gracia y Amistad con Dios»

Mi tierno Jesús

La eficacia de sus satisfacciones y méritos es rigurosamente infinita y, por consiguiente, inagotable. Ello ha de producirnos una confianza ilimitada en su amor y misericordia. A pesar de nuestras flaquezas y miserias, los méritos de Cristo tienen eficacia sobreabundante para llevarnos a la cumbre de la perfección. Sus méritos son nuestros: están a nuestraSigue leyendo «Mi tierno Jesús»

¿Es libre nuestra alma?

Nuestra alma es libre: tiene la facultad de poder determinarse por su libre elección, de hacer u omitir, de elegir el bien o el mal. El libre albedrío se prueba: 1° Por el sentido íntimo de la conciencia. 2° Por la creencia universal de todos los pueblos. 3° Por las consecuencias funestas que resultarían delSigue leyendo «¿Es libre nuestra alma?»

Corrupción de la Naturaleza y poder de la Gracia Divina

Señor y Dios mio, que me creaste a tu imagen y semejanza, concédeme esta gracia o ayuda y amistad tuya, que me has explicado ser tan grande y tan necesaria para mi eterna salvación. Que tu gracia me ayude a dominar mi naturaleza corrompida, que me arrastra al pecado y me lleva al peligro deSigue leyendo «Corrupción de la Naturaleza y poder de la Gracia Divina»

¿Qué hacer para tener más fervor?

¡Oh! ¡Cuánto debe alentarnos este consolador ejemplo!¿Estáis distraídos en la Misa y no sentís ninguna devoción? Decid a Jesús: Sufro cruelmente por se tan distraído y suplico a Vuestro Divino Corazón se digne suplir a mi negligencia. Esta piadosa súplica no os impedirá recurrir a otro medios. He aquí algunos que solo dependen de vosotros.Sigue leyendo «¿Qué hacer para tener más fervor?»

Jesucristo, causa meritoria de la gracia

—El mérito de Cristo con relación a nosotros está íntimamente ligado con su sacrificio redentor. Recordemos, siquiera sea brevísimamente, los hitos fundamentales de su satisfacción infinita, que nos mereció y restituyó la vida sobrenatural perdida por el pecado de Adán Cristo merece no solamente para sí, sino para nosotros, con riguroso mérito de justicia: deSigue leyendo «Jesucristo, causa meritoria de la gracia»

¿Qué razones aducen los positivistas para negar la espiritualidad del alma?

Dicen ellos: 1° El alma no se ve.2° No se comprende lo que sea una substancia espiritual. 3° El alma sufre las vicisitudes del cuerpo, envejece con él. Cuando el cerebro está enfermo, no se piensa, o se piensa mal; luego es el cerebro el que piensa. 1° El alma no se ve, porque esSigue leyendo «¿Qué razones aducen los positivistas para negar la espiritualidad del alma?»

La Naturaleza y la Gracia

La naturaleza se mira como el centro de todas las cosas, lucha y litiga en su propia defensa; la gracia reduce todas las cosas a Dios, de quien como fuente manan; no se atribuye ningún bien, ni es arrogante o presuntuosa; no porfía ni prefiere su opinión a otras, sino que somete humildemente todas susSigue leyendo «La Naturaleza y la Gracia»

«Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros»

«Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros» (lo. 1,14). Y al juntarse en Cristo las dos naturalezas, divina y humana, bajo una sola personalidad divina—la del Verbo—, todas sus acciones tenían un valor absolutamente infinito. Con la más ligera sonrisa de sus labios, con una simple aspiración brotada de su Corazón divino,Sigue leyendo ««Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros»»

¿Quiénes niegan la espiritualidad del alma?

Los materialistas y los positivistas. Ellos afirman que nada existe fuera de la materia y de las fuerzas que le son inherentes; su sistema se llama materialismo. Es una doctrina absurda, degradante, contraria al buen sentido, a la conciencia, a la sana filosofía, no menos que a la religión. Efectivamente, si no hay más queSigue leyendo «¿Quiénes niegan la espiritualidad del alma?»