La parroquia

es una determinada comunidad de fieles constituida de modo estable en la Iglesia particular, cuya cura pastoral, bajo la autoridad del obispo diocesano, se encomienda a un párroco, como su pastor propio” (CIC can 515, §1). Es el lugar donde todos los fieles pueden reunirse para la celebración dominical de la Eucaristía. La parroquia iniciaSigue leyendo «La parroquia»

La parroquia

es una determinada comunidad de fieles constituida de modo estable en la Iglesia particular, cuya cura pastoral, bajo la autoridad del obispo diocesano, se encomienda a un párroco, como su pastor propio” (CIC can 515, §1). Es el lugar donde todos los fieles pueden reunirse para la celebración dominical de la Eucaristía. La parroquia iniciaSigue leyendo «La parroquia»

La parroquia

es una determinada comunidad de fieles constituida de modo estable en la Iglesia particular, cuya cura pastoral, bajo la autoridad del obispo diocesano, se encomienda a un párroco, como su pastor propio” (CIC can 515, §1). Es el lugar donde todos los fieles pueden reunirse para la celebración dominical de la Eucaristía. La parroquia iniciaSigue leyendo «La parroquia»

El nombre cristiano

El cristiano comienza su jornada, sus oraciones y sus acciones con la señal de la cruz, “en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén”. El bautizado consagra la jornada a la gloria de Dios e invoca la gracia del Señor que le permite actuar en el Espíritu como hijo delSigue leyendo «El nombre cristiano»

San José Obrero, la dignidad santa del trabajador

San José de Nazareth, de María, de Jesús, de la Iglesia, de todos los trabajadores porque es uno más entre ellos, entre nosotros. De esos hombres íntegros y dignos que se rebelan mansamente contra toda corrupción. Hombres para los que el trabajo es el único modo veraz de lograr el sustento, de crecer en humanidad,Sigue leyendo «San José Obrero, la dignidad santa del trabajador»

El primer mandamiento y el agnosticismo

El agnosticismo reviste varias formas. En ciertos casos, el agnóstico se resiste a negar a Dios; al contrario, postula la existencia de un ser trascendente que no podría revelarse y del que nadie podría decir nada. En otros casos, el agnóstico no se pronuncia sobre la existencia de Dios, manifestando que es imposible probarla eSigue leyendo «El primer mandamiento y el agnosticismo»

CAIFÁS Y sus descendientes: ¿cristianos?

Mateo, al narrar la Pasión, dice que “Entonces se reunieron los jefes de los sacerdores y los ancianos del pueblo en el palacio del sumo sacerdote, que se llamaba Caifás” (Mt 26, 3). Lucas en cambio refiere “el pontificado de Anás y Caifás” (Lc 3, 2), tal vez debido a que Caifás era yerno deSigue leyendo «CAIFÁS Y sus descendientes: ¿cristianos?»

No habrá para ti otros dioses delante de mí

El primer mandamiento prohíbe honrar a dioses distintos del Único Señor que se ha revelado a su pueblo. Proscribe la superstición y la irreligión. La superstición representa en cierta manera una perversión, por exceso, de la religión. La irreligión es un vicio opuesto por defecto a la virtud de la religión.

El deber social de la religión y el derecho a la libertad religiosa

“Todos los hombres  están obligados a buscar la verdad, sobre todo en lo que se refiere a Dios y a su Iglesia, y, una vez conocida, a abrazarla y practicarla” (DH 1). Este deber se desprende de “su misma naturaleza” (DH 2). No contradice al “respeto sincero” hacia las diversas religiones, que “no pocas vecesSigue leyendo «El deber social de la religión y el derecho a la libertad religiosa»

Promesas y votos

En varias circunstancias, el cristiano es llamado a hacer promesas a Dios. El Bautismo y la Confirmación, el Matrimonio y la Ordenación las exigen siempre. Por devoción personal, el cristiano puede también prometer a Dios un acto, una oración, una limosna, una peregrinación, etc. La fidelidad a las promesas hechas a Dios es una manifestaciónSigue leyendo «Promesas y votos»