Los sufrimientos provienen, frecuentemente, de nuestras propias faltas: tendríamos menos que padecer, si fuéramos más moderados en nuestros deseos, más razonables en nuestros proyectos, más sobrios y templados en nuestra vida. Dios permite el dolor, ya para hacernos expiar nuestros pecados, ya para probar nuestra fidelidad, así en la desgracia como en la dicha; yaSigue leyendo «Si Dios cuidara de nosotros, ¿habría padecimientos en este mundo?»
Archivo de categoría: Bienes del sufrimiento
Hambre y sed de justicia
Evangelio según san Mateo, 5: 6- 6 «Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán hartos». (v. 6) Llama a la justicia, ya universal ya particular, contraria a la avaricia. Como más adelante hablará de la misericordia, nos dice antes cómo debemos compadecernos, no del robo ni de la avaricia. EnSigue leyendo «Hambre y sed de justicia»
pœnitemini, et credite Evangelio
Evangelio según san Mateo, 5:5-5 «Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados». (v. 5) Obsérvese que propuso esta bienaventuranza con cierta intención. Y por ello no dijo: «Los que se entristecen» sino «los que lloran». Nos enseñó así la sabiduría más perfecta. Pues si los que lloran a los hijos u otros individuos queSigue leyendo «pœnitemini, et credite Evangelio»
Diversos impulsos de la Naturaleza y de la Gracia
La Naturaleza no quiere mortificarse, ni reprimirse, ni vencerse, ni obedecer, ni someterse voluntariamente A la naturaleza le gusta que la honren y reverencien; la gracia atribuye fielmente a Dios toda honra y toda gloria #naturaleza #gracia #mortifiación #reprimir #vencer #obedecer #sometimiento #voluntad #honra #reverencia #honrasoloaDios #GloriaaDios #imitacióndecristo #tomasdekempis #1418
Si no hay Dios, la sociedad es imposible.
Una sociedad no puede subsistir si no existen la autoridad que impone las leyes, la obediencia que las cumple, y las virtudes sociales. Ahora bien, faltando la creencia en Dios, los gobernantes de los pueblos no tienen espíritu de justicia, se convierten en tiranos, y en el poder no buscan más que el modo deSigue leyendo «Si no hay Dios, la sociedad es imposible.»
Si no hay Dios, la sociedad es imposible.
Una sociedad no puede subsistir si no existen la autoridad que impone las leyes, la obediencia que las cumple, y las virtudes sociales. Ahora bien, faltando la creencia en Dios, los gobernantes de los pueblos no tienen espíritu de justicia, se convierten en tiranos, y en el poder no buscan más que el modo deSigue leyendo «Si no hay Dios, la sociedad es imposible.»
Si no hay Dios, la sociedad es imposible.
Una sociedad no puede subsistir si no existen la autoridad que impone las leyes, la obediencia que las cumple, y las virtudes sociales. Ahora bien, faltando la creencia en Dios, los gobernantes de los pueblos no tienen espíritu de justicia, se convierten en tiranos, y en el poder no buscan más que el modo deSigue leyendo «Si no hay Dios, la sociedad es imposible.»
Si no hay Dios, la sociedad es imposible.
Una sociedad no puede subsistir si no existen la autoridad que impone las leyes, la obediencia que las cumple, y las virtudes sociales. Ahora bien, faltando la creencia en Dios, los gobernantes de los pueblos no tienen espíritu de justicia, se convierten en tiranos, y en el poder no buscan más que el modo deSigue leyendo «Si no hay Dios, la sociedad es imposible.»
Si no hay Dios, la sociedad es imposible.
Una sociedad no puede subsistir si no existen la autoridad que impone las leyes, la obediencia que las cumple, y las virtudes sociales. Ahora bien, faltando la creencia en Dios, los gobernantes de los pueblos no tienen espíritu de justicia, se convierten en tiranos, y en el poder no buscan más que el modo deSigue leyendo «Si no hay Dios, la sociedad es imposible.»
Si no hay Dios, la sociedad es imposible.
Una sociedad no puede subsistir si no existen la autoridad que impone las leyes, la obediencia que las cumple, y las virtudes sociales. Ahora bien, faltando la creencia en Dios, los gobernantes de los pueblos no tienen espíritu de justicia, se convierten en tiranos, y en el poder no buscan más que el modo deSigue leyendo «Si no hay Dios, la sociedad es imposible.»