La Gracia y Amistad con Dios ¡Oh Señor, cuánta necesidad tengo de tu gracia, de tu ayuda, para animarme a comenzar las buenas obras y ser capaz de continuarlas y terminarlas debidamente! Nada puedo hacer sin tu gracia, sin tu ayuda. Pero con tu Gracia y favor todo lo puedo, «Sin mí nada podéis hacer»,Sigue leyendo «La Gracia y Amistad con Dios»
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Corrupción de la Naturaleza y poder de la Gracia Divina
Señor y Dios mio, que me creaste a tu imagen y semejanza, concédeme esta gracia o ayuda y amistad tuya, que me has explicado ser tan grande y tan necesaria para mi eterna salvación. Que tu gracia me ayude a dominar mi naturaleza corrompida, que me arrastra al pecado y me lleva al peligro deSigue leyendo «Corrupción de la Naturaleza y poder de la Gracia Divina»
¿Qué hacer para tener más fervor?
¡Oh! ¡Cuánto debe alentarnos este consolador ejemplo!¿Estáis distraídos en la Misa y no sentís ninguna devoción? Decid a Jesús: Sufro cruelmente por se tan distraído y suplico a Vuestro Divino Corazón se digne suplir a mi negligencia. Esta piadosa súplica no os impedirá recurrir a otro medios. He aquí algunos que solo dependen de vosotros.Sigue leyendo «¿Qué hacer para tener más fervor?»
La Naturaleza y la Gracia
La naturaleza se mira como el centro de todas las cosas, lucha y litiga en su propia defensa; la gracia reduce todas las cosas a Dios, de quien como fuente manan; no se atribuye ningún bien, ni es arrogante o presuntuosa; no porfía ni prefiere su opinión a otras, sino que somete humildemente todas susSigue leyendo «La Naturaleza y la Gracia»
Misioneros
Escucha, Señor, los designios de tu misericordia; suscita los hombres de tu diestra, que has mostrado en visión profética a algunos de tus mayores servidores: San Francisco de Paula, San Vicente Ferrer, Santa Catalina de Siena y tantas otras almas en el último siglo y aún en éste en que vivimos San Francisco de PaulaSigue leyendo «Misioneros»
Exhortación a la piedad durante la Santa Misa
La piedad es un fervor espiritual y no una dulzura sensible. Consiste en servir a Dios, en serle fiel y constante, aunque Él no os comunique ninguna dulzura interior. Es deciros, que ni vuestras oraciones os deben desalentar. Acordaos únicamente de vuestra indignidad, haced lo que os sea posible y continuando oyendo atentamente la Misa.Sigue leyendo «Exhortación a la piedad durante la Santa Misa»
Salud de los enfermos
Santa María, salud de los enfermos, Ora por nosotros uno de los títulos marianos contenidos en las letanías lauretanas. Imagen ubicada en el oratorio del Hospital Universitario Austral en Pilar, Argentina
La Naturaleza y la Gracia
La naturaleza todo lo hace por su propio interés y comodidad; nada puede hacer de balde; a cambio de sus beneficios espera recibir iguales o mayores, o al menos alabanza y favor; y quiere que se ponderen mucho sus dádivas y servicios; la gracia no busca ninguna cosa temporal, ni pide por lo que haceSigue leyendo «La Naturaleza y la Gracia»
La Naturaleza y la Gracia
La naturaleza le teme a las humillaciones y los desprecios; la gracia goza de «sufrir afrentas por el nombre de Jesús» (Hechos de los Apóstoles 5, 41) A la naturaleza le gusta la ociosidad y el descanso corporal; la gracia no puede estar ociosa, y con gusto se dedica al trabajo La naturaleza procura tenerSigue leyendo «La Naturaleza y la Gracia»
El hombre conoce el bien y el mal moral
– El hombre goza del bien que hace, y siente remordimientos si obra mal. El animal no conoce más que el bien agradable y el mal nocivo a sus sentidos: jamás hallaréis a un animal rastros de remordimientos. Así como no conoce la verdad, este alimento de los espíritus, tampoco conoce el deber, esta fuerzaSigue leyendo «El hombre conoce el bien y el mal moral»