Y no la conoció

Evangelio según san Mateo, 1: 24- 25 Y despertando José del sueño, hizo como el Angel del Señor le había mandado y recibió a su mujer. Y no la conoció hasta que parió a su hijo primogénito y llamó su nombre Jesús. (v. 24- 25) La recibió después de celebrados los desposorios para llamarla suSigue leyendo «Y no la conoció»

Alabado, obedecido y glorificado

Los que atribuyen a Dios todo lo bueno que han recibido no buscan alabanzas de las demás personas (¿qué tienes tú que no hayas recibido? Y si lo has recibido ¿porqué te vas a enorgullecer por ello?, decía San Pablo). Lo que desean es que Dios sea siempre alabado, obedecido y glorificado. Y ésta esSigue leyendo «Alabado, obedecido y glorificado»

Sacuda toda pereza

Evangelio según san Mateo, 1: 24- 25 Y despertando José del sueño, hizo como el Angel del Señor le había mandado y recibió a su mujer. Y no la conoció hasta que parió a su hijo primogénito y llamó su nombre Jesús. (v. 24- 25) No sólo hizo lo que le mandó el ángel, sinoSigue leyendo «Sacuda toda pereza»

Confíate a Él

2:24 Hijo mío, si te das al servicio de Dios, prepara tu ánimo a la tentación. 2:25 Ten recto corazón y soporta con paciencia y no te impacientes al tiempo del infortunio. 2:26 Adhiérete a El y no te separes, para que tengas buen éxito al fin. 2:27 Recibe todo cuanto El mande sobre ti,Sigue leyendo «Confíate a Él»

Hizo como el Angel del Señor le había mandado

Evangelio según san Mateo, 1: 24- 25 Y despertando José del sueño, hizo como el Angel del Señor le había mandado y recibió a su mujer. Y no la conoció hasta que parió a su hijo primogénito y llamó su nombre Jesús. (v. 24- 25) Por la puerta misma que entró la muerte, ha vueltoSigue leyendo «Hizo como el Angel del Señor le había mandado»

Santo Sacrificio de la Misa

Nuestra naturaleza rechaza las penitencias y todos quisieran poder aligerarlas. Si morimos sin habernos lavado, sin haber dado satisfacción, tendremos que ir a expiar al Purgatorio. ¿No habrá algún medio para evitar las llamas del Purgatorio o a lo menos, para abreviar su duración y su intensidad? Si, hay uno que Nuestro Señor mismo nosSigue leyendo «Santo Sacrificio de la Misa»

Jesús

Evangelio según san Mateo, 1: 21- 21 «Y parirá un hijo: y llamarás su nombre Jesús: porque él salvará a su pueblo de los pecados de ellos». (v. 21) Vengan ahora y oigan los que preguntan quién es el que María ha engendrado. «Porque El salvará a su pueblo de los pecados de ellos». NoSigue leyendo «Jesús»

Virtudes y vicios

Lo contrario a la virtud es el vicio, que es también un hábito adquirido por la repetición de actos contrarios al bien. Así, la lujuria, la soberbia, la avaricia, etc. son vicios de los que hay que huir como de la lepra. Para tener un adecuado conocimiento propio es necesario reconocer en nosotros las virtudesSigue leyendo «Virtudes y vicios»

Virtudes y vicios

existen particularidades sumamente necesarias para llegar a la santidad. Sabiendo que nuestra meta es la santidad, debemos conocer en nosotros qué nos ayuda para llegar a ella (virtudes), qué se constituye en un obstáculo para alcanzarla (vicios y defectos), y de qué manera podemos potenciar nuestro temperamento para llegar al Cielo. La virtud es unaSigue leyendo «Virtudes y vicios»

Misión del hombre

El hombre fue creado para “conocer, amar y servir a Dios”. Esta es su misión en esta tierra y el único medio para alcanzar la felicidad plena. En este conocimiento, amor y servicio a Dios, en el cumplimiento alegre y gozoso de su Voluntad, se encuentra la clave de la santidad. Fuimos creados para laSigue leyendo «Misión del hombre»