Homösęxüålįdąd

Dos personas del mismo sexo pecan gravemente cuando buscan placer venéreo en el otro (cf. Lev 18,22 y 20,13; Rm 1,24- 28; 1 Cor 6,9- 10; 1 Tim 1,10; Jd 7). Los actos homosexuales “bajo ninguna circunstancia pueden ser aprobados” (Catecismo de la Iglesia católica, 2357). Por consiguiente, es contraria a la ley natural ySigue leyendo «Homösęxüålįdąd»

Divorciados

Todo marido o esposa que se haya divorciado del cónyuge con quien estaba válidamente casado y contraiga después matrimonio civil con otra persona mientras aún vive su cónyuge legítimo, conviviendo maritalmente con su pareja civil, y que opte por vivir en ese estado con pleno conocimiento de la naturaleza de este acto y pleno consentimientoSigue leyendo «Divorciados»

El agua está lista

Evangelio según san Mateo, 3: 16- 16 Habiendo sido bautizado Jesús, en seguida salió del agua. Y los cielos se le abrieron, y vio que el Espíritu Santo descendía en forma de paloma y se posaba sobre El. (v. 16) Porque, como se ha dicho, cuando nuestro Salvador quedó lavado, ya quedaba limpia toda elSigue leyendo «El agua está lista»

El matrimonio

El matrimonio es por mandato divino y ley natural la unión indisoluble de un varón y una mujer (cf. Gén 2,24; Mc 10,7- 9; Ef 5,31- 32). «Por su índole natural, la institución del matrimonio y el amor conyugal están ordenados por sí mismos a la procreación y a la educación de la prole, conSigue leyendo «El matrimonio»

Vida

A una mujer que haya concebido a un niño en su vientre se le prohíbe, por ley natural y divina, matar a esa vida humana dentro de ella, por ella misma o por otros, ya sea de manera directa o indirecta (cf. Juan Pablo II, encíclica Evangeilum Vitae, 62) Las técnicas de reproducción artificial «sonSigue leyendo «Vida»

Frutos de la oración

Acrecienta el Amor: El amor es el termómetro de la oración. La oración verdadera se refleja en un incremento en el amor. La oración nos «hace participar en la potencia del amor de Dios que salva a la multitud» (Catecismo, 2572).

Ilícito

Todos los mandamientos de Dios son igual de justos y misericordiosos. Por lo tanto, es errónea la opinión de quien afirma que las personas son capaces, al obedecer la divina prohibición—por ejemplo, el sexto mandamiento de no cometer adulterio—, de pecar contra Dios por este acto de obediencia o de hacerse daño moralmente a unoSigue leyendo «Ilícito»

Frutos de la oración

Nos saca del pecado es el primer fruto de la oración. Así decía santa Catalina de Siena: “o dejamos la oración o dejamos el pecado”. En este orden de ideas, “la oración restablece al hombre en la semejanza con Dios” (Catecismo, 2572) y transforma el corazón. (cf. Catecismo, 2739)