Practicadas dentro de la pareja, estas técnicas (inseminación y fecundación artificiales homólogas) son quizá menos perjudiciales, pero no dejan de ser moralmente reprobables. Disocian el acto sexual del acto procreador. El acto fundador de la existencia del hijo ya no es un acto por el que dos personas se dan una a otra, sino queSigue leyendo «El don del hijo»
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¡OH ETERNA VERDAD, VERDADERA CARIDAD Y CARA ETERNIDAD!
Del libro de las Confesiones de san Agustín, obispo(Libros 7,10.18;10, 27: CSEL 33,157-163. 255) Habiéndome convencido de que debía volver a mí mismo, penetré en mi interior, siendo tú mi guía, y ello me fue posible porque tú, Señor, me socorriste. Entré, y vi con los ojos de mi alma, de un modo u otro,Sigue leyendo «¡OH ETERNA VERDAD, VERDADERA CARIDAD Y CARA ETERNIDAD!»
El don del hijo
La sagrada Escritura y la práctica tradicional de la Iglesia ven en las familias numerosas como un signo de la bendición divina y de la generosidad de los padres (cf GS 50) Grande es el sufrimiento de los esposos que se descubren estériles. Abraham pregunta a Dios: “¿Qué me vas a dar, si me voySigue leyendo «El don del hijo»
La fertilidad del matrimonio
https://play.google.com/store/apps/details?id=com.womanlogpro La continencia periódica, los métodos de regulación de nacimientos fundados en la autoobservación y el recurso a los períodos infecundos (HV 16) son conformes a los criterios objetivos de la moralidad. Estos métodos respetan el cuerpo de los esposos, fomentan el afecto entre ellos y favorecen la educación de una libertad auténtica. Por elSigue leyendo «La fertilidad del matrimonio»
Fecundidad en el matrimonio
Un aspecto particular de esta responsabilidad se refiere a la regulación de la procreación. Por razones justificadas (GS 50), los esposos pueden querer espaciar los nacimientos de sus hijos. En este caso, deben cerciorarse de que su deseo no nace del egoísmo, sino que es conforme a la justa generosidad de una paternidad responsable. PorSigue leyendo «Fecundidad en el matrimonio»
El velo del cáliz
es un pequeño paño del mismo color y tela de la casulla (o siempre blanco), que sirve para cubrir todo el cáliz desde el comienzo de la misa hasta el ofertorio; y luego, después las abluciones. No es obligatorio usarlo, pero la Instrucción General del Misal dice que es un uso loable (núm. 118).La presenciaSigue leyendo «El velo del cáliz»
Alzar las manos del sacerdote
Éxodo17:11 Mientras Moisés tenía las manos alzadas, vencía Israel; pero cuando las bajaba, vencía Amalec.17:12 Como los brazos de Moisés se cansaran, ellos tomaron una piedra y se la pusieron debajo para que se sentase; mientras, Aarón y Jur le sostenían los brazos, uno a cada lado.Así resistieron sus brazos hasta la puesta del sol.
La fecundidad del matrimonio
La fecundidad es un don, un fin del matrimonio, pues el amor conyugal tiende naturalmente a ser fecundo. El niño no viene de fuera a añadirse al amor mutuo de los esposos; brota del corazón mismo de ese don recíproco, del que es fruto y cumplimiento. Por eso la Iglesia, que “está en favor deSigue leyendo «La fecundidad del matrimonio»
Cruz
Ezequiel 9 4 y Yahvé le dijo: «Recorre la ciudad, Jerusalén, y marca una cruz en la frente de los hombres que gimen y lloran por todas las abominaciones que se cometen en ella.»
Purificador
lienzos que sirvieron para sepultarle El purificador es un paño rectangular que se suele plegar longitudinalmente, que suele tener una cruz o símbolo litúrgico estampada en el centro. Se utiliza a modo de toalla en la limpieza de los vasos sagrados o la cruz cuando es besada. No se debe adornar en exceso y deberíaSigue leyendo «Purificador»