Nuestra naturaleza rechaza las penitencias y todos quisieran poder aligerarlas. Si morimos sin habernos lavado, sin haber dado satisfacción, tendremos que ir a expiar al Purgatorio. ¿No habrá algún medio para evitar las llamas del Purgatorio o a lo menos, para abreviar su duración y su intensidad? Si, hay uno que Nuestro Señor mismo nosSigue leyendo «Santo Sacrificio de la Misa»
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Perdónalos porque no saben lo que hacen
Sabemos que, una vez venido Cristo, sin Cruz no hay redención. En el proceso jurídico de Cristo se pueden y se deben diferenciar bien los diversos planos de responsabilidad. Una cosa es la causa final y teológica de la pasión de Jesús (la salvación de la humanidad a causa del pecado) y otra la causaSigue leyendo «Perdónalos porque no saben lo que hacen»
Y entonces creyó
Con la finalidad de resumir su trabajo, presentamos un resumen de su planteo como ante- colofón de nuestro trabajo. El Cuerpo del Señor había sufrido una muerte violenta por lo que, según la ley judía, no podía ser limpiado antes de su sepultura. La unción y la preparación se haría entonces sobre sus heridas ySigue leyendo «Y entonces creyó»
El lugar de las ejecuciones
el Gólgota o monte de calaveras[ 91], estaba fuera de la ciudad, pero no muy lejos (Jn 19, 20). En el Derecho Romano, todas las penas–y en particular la de la crucifixión, en la que el condenado era expuesto en un lugar público junto a las murallas hasta consumirse en la cruz– tenía además deSigue leyendo «El lugar de las ejecuciones»
Emmanuel
Evangelio según san Mateo, 1: 22- 23 Mas todo esto fue hecho para que se cumpliese lo que habló el Señor por el Profeta, que dice: He aquí la Virgen concebirá, y parirá hijo: y llamarán su nombre Emmanuel, que quiere decir «con nosotros Dios». (v. 22- 23) Fue costumbre del evangelista comprobar sus asertosSigue leyendo «Emmanuel»
Misión del hombre
El hombre de hoy tiene más hambre de felicidad que nunca. Sin embargo, cada vez está más lejos de encontrarla, pues cada vez se aleja más de la voluntad de Dios. Es como si Dios fuese un gran faro luz y el hombre estuviera de espaldas a él… engañado, ve que una sombra se dibujaSigue leyendo «Misión del hombre»
¡Crucifícale!
Queréis que os suelte al rey de los judíos?» (Mc 15, 9) les preguntará con ironía. Y todos preferirán a Barrabás[ 79]. – «¡¡¡ Crucifícale!!! ¡¡¡ Crucifícale!!!»–gritarían ante el asombro del romano. – «Qué mal ha hecho?». – «¡ Crucifícale!»–fue la respuesta. Mientras Pilato estaba sentado en su silla de juez recibirá el mensaje deSigue leyendo «¡Crucifícale!»
El cuerpo del hombre
participa de la dignidad de la “imagen de Dios”: es cuerpo humano precisamente porque está animado por el alma espiritual, y es toda la persona humana la que está destinada a ser, en el Cuerpo de Cristo, el templo del Espíritu (cf. 1 Cor 6,19-20; 15,44-45).» (Catecismo, 364). En el cuerpo se encuentran las facultadesSigue leyendo «El cuerpo del hombre»
Como la luz en la mañana
Los consuelos que provienen solamente de las creaturas, considéralos secundarios e insuficientes. Quien ama a Dios considera secundario lo que no tenga relación directa con Dios. Sólo Dios es eterno, es inmenso y llena el universo entero. Sólo Dios consuela totalmente el espíritu y llena de total alegría al corazón «Tú, Señor, has puesto enSigue leyendo «Como la luz en la mañana»
Pureza de Alma y Rectitud de Intención
Con dos alas se eleva uno sobre las cosas de la tierra: rectitud de intención y pureza. Es necesario tener rectitud en el entendimiento para obrar por fines elevados, y pureza en los afectos. Con la rectitud de intención dirigimos hacia Dios todo lo que hacemos. Con la pureza en los afectos nos independizamos deSigue leyendo «Pureza de Alma y Rectitud de Intención»