El problema del mal existencial

¿Qué es el “mal existencial”? Nada más y nada menos que el sufrimiento, tanto físico como espiritual. Pues bien, ¿tiene Dios razones morales suficientes para permitir el “mal existencial”, es decir, el sufrimiento? Siguiendo a San Agustín, quien decía que “Dios no permitiría el mal si no fuese lo suficientemente Sabio y Bueno como paraSigue leyendo «El problema del mal existencial»

El argumento del mal

El argumento del mal “Solo existe un argumento verdaderamente fuerte contra la creencia Dios: el de la existencia del mal”, decía el filósofo y teólogo norteamericano Alvin Platinga. En efecto, todos nosotros en algún momento de nuestras vidas frente a la innegable evidencia de la injusticia y el sufrimiento que observamos -y experimentamos- en elSigue leyendo «El argumento del mal»

DECLARACIÓN DEL EPISCOPADO ARGENTINO SOBRE LA MASONERÍA

A los padres y madres de familia A los padres y madres de familias cristianas, asociados por Dios a su divina paternidad, que tienen en sus hijos la prolongación de sus vidas, les exhortamos a cuidar celosamente la educación de sus hijos, que son también hijos de Dios. Frente a las insinuaciones del mal ySigue leyendo «DECLARACIÓN DEL EPISCOPADO ARGENTINO SOBRE LA MASONERÍA»

Un ser Inmutable no puede haber creado

Argumento: Si Dios existe, debe ser Inmutable y, además, el Creador del universo. Pero ello no es posible ya que si en realidad hubiera creado habría cambiado dos veces: cuando decidió crear y cuando efectivamente lo hizo. Por tanto, un ser Inmutable no puede haber creado. Luego, Dios no existe. Refutación: Llegamos al quinto “argumento”Sigue leyendo «Un ser Inmutable no puede haber creado»

El Espíritu Puro no pudo haber creado la materia

Si Dios, el Espíritu Puro, ha creado la materia, con respecto a su principio esta nos deja dos posibilidades: o estar fuera de Dios o estar dentro de Él. En el primer caso Dios no podría ser el Creador de la materia porque ésta ya hubiera existido desde siempre y coeternamente con Él. Y enSigue leyendo «El Espíritu Puro no pudo haber creado la materia»

Refutación a las “demostraciones” de la inexistencia de Dios

De seguro muchos ateos objetarán aquí que ello (el demostrar la inexistencia de Dios) es imposible y, además, innecesario porque, como decía la filósofa atea Ayn Rand, “no se pide ni se le puede pedir a nadie que pruebe un negativo” sino que es solo el creyente el que tiene la “carga de la prueba”Sigue leyendo «Refutación a las “demostraciones” de la inexistencia de Dios»

De la propia pluma de Laclau y Mouffe:

La radicalización de la democracia no es un fin en sí mismo sino un medio para alcanzar otro fin: la destrucción del “individualismo posesivo” típicamente liberal, es decir, la destrucción de la noción de los derechos individuales y de la propiedad privada. Las dictaduras socialistas del siglo pasado alegaban estar llevando adelante una “democracia sustancial”Sigue leyendo «De la propia pluma de Laclau y Mouffe:»

El hombre inteligente y la interpretación del apocalipsis

Así califica Juan al que logre calcular la cifra de la Bestia. Continuemos pues, este ejercicio, para hacernos merecedores de tan prestigioso reconocimiento. 11Vi luego otra Bestia que surgía de la tierra y tenía dos cuernos como de cordero, pero hablaba como una serpiente. El cuerno es símbolo de autoridad en el Apocalipsis. Vemos queSigue leyendo «El hombre inteligente y la interpretación del apocalipsis»

LA DIFERENCIACIÓN MODERNA Y CULTURA

La batalla cultural no es un fenómeno ahistórico. Tal como aquí se ha conceptualizado al menos, no se podrían hallar batallas culturales en todos los tiempos y en todos los lugares. Al contrario, la batalla cultural tiene un contexto sociohistórico de emergencia bien preciso que posibilita, por un lado, concebir la cultura como un campoSigue leyendo «LA DIFERENCIACIÓN MODERNA Y CULTURA»

Si no hay Dios, la sociedad es imposible.

Una sociedad no puede subsistir si no existen la autoridad que impone las leyes, la obediencia que las cumple, y las virtudes sociales. Ahora bien, faltando la creencia en Dios, los gobernantes de los pueblos no tienen espíritu de justicia, se convierten en tiranos, y en el poder no buscan más que el modo deSigue leyendo «Si no hay Dios, la sociedad es imposible.»