¿Por qué es necesaria la mortificación?

«Le han sido perdonados muchos pecados, porque amó mucho” Lucas 7 47 Porque nos sana de las consecuencias de nuestros pecados actuales (Penitencia). La penitencia es la mortificación que se hace para reparar por nuestros pecados personales. Es pues cosa clara que la mortificación es para nosotros una necesidad en razón de las consecuencias deSigue leyendo «¿Por qué es necesaria la mortificación?»

Comida

Evangelio según san Mateo, 4: 3- 4 Y acercándose el tentador le dijo: «Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan». Quien respondiendo dijo: «Está escrito, no de sólo pan vive el hombre, sino de toda palabra que procede de la boca de Dios». (vv. 3- 4) Por esto empezó,Sigue leyendo «Comida»

Ayuno

Evangelio según san Mateo, 4: 1- 2 Entonces Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu, para que fuese tentado por el diablo, y habiendo ayunado cuarenta días y cuarenta noches, después tuvo hambre. (vv. 1- 2) Para que conozcas cuán útil y bueno es el ayuno y qué clase de escudo es contra elSigue leyendo «Ayuno»

El deseo de la vida eterna, y los grandes bienes prometidos a los que luchan por ganarla

Hijo mío, cuando sientas que de lo alto se te infunde el deseo de la bienaventuranza eterna y el anhelo por salir de la oscura cárcel de tu cuerpo para contemplar mi gloria sin ninguna sombra de mudanza, ensanchas tu pecho y recibe con inflamado afecto esa inspiración santa. Da incesantes gracias a la clemenciaSigue leyendo «El deseo de la vida eterna, y los grandes bienes prometidos a los que luchan por ganarla»

De suyo la creatura no tiene nada bueno, y por consiguiente, no puede enorgullecerse de nada

La verdadera gloria y santa alegría están en gloriarse en ti, no en sí; en alegrarse de tu infinito poder, no de la propia virtud; en no complacerse en criatura alguna sino por ti. Que sea glorificado tu nombre, no el mío; que sean exaltadas tus obras, no las mías; que sea bendito tu nombre,Sigue leyendo «De suyo la creatura no tiene nada bueno, y por consiguiente, no puede enorgullecerse de nada»

Condiciones para una buena oración

Humilde: Sabiendo quien es Dios y quienes somos nosotros, sabiendo que nosotros somos quienes necesitamos de Él. Como en la parábola del fariseo y el publicano (cf. Lc 18, 9-14), que se refiere a la humildad del corazón que ora. “Oh Dios, ten compasión de mí que soy pecador”. La humildad también somete nuestra oraciónSigue leyendo «Condiciones para una buena oración»

De suyo la creatura no tiene nada bueno, y por consiguiente, no puede enorgullecerse de nada

Señor: ¿quién es el hombre para que de él te acuerdes? ¿Quién es el hijo del hombre para que le visites? (Salmo 8,5) ¿Qué ha hecho el hombre para que le des tu gracia? ¿De qué podré quejarme, Señor si me abandonas? ¿Con qué derecho podré reclamar, si no hicieres lo que te pida? LoSigue leyendo «De suyo la creatura no tiene nada bueno, y por consiguiente, no puede enorgullecerse de nada»

¿Crees tú que vas a gozar de consuelos espirituales cuando tú quieras?

Lo santos no los han tenido siempre. Al contrario, sufrieron muchas penas, diversas tentaciones y grandes desolaciones. Pero lo sufrían con paciencia y confiaban en Dios más que en sí mismos, porque sabían que «los padecimientos de esta vida no tienen proporción con la gloria eterna (Romanos 7, 18), para con ellos merecerla. ¿Quieres túSigue leyendo «¿Crees tú que vas a gozar de consuelos espirituales cuando tú quieras?»

Divorciados

Todo marido o esposa que se haya divorciado del cónyuge con quien estaba válidamente casado y contraiga después matrimonio civil con otra persona mientras aún vive su cónyuge legítimo, conviviendo maritalmente con su pareja civil, y que opte por vivir en ese estado con pleno conocimiento de la naturaleza de este acto y pleno consentimientoSigue leyendo «Divorciados»

El matrimonio

El matrimonio es por mandato divino y ley natural la unión indisoluble de un varón y una mujer (cf. Gén 2,24; Mc 10,7- 9; Ef 5,31- 32). «Por su índole natural, la institución del matrimonio y el amor conyugal están ordenados por sí mismos a la procreación y a la educación de la prole, conSigue leyendo «El matrimonio»