Al terminar sus estudios en la academia, el corazón sensible de Ricardo quería hacer una obra que expresara su gratitud a Monseñor el Párroco y que quedara bien, al mismo tiempo, en la artística iglesia de Santa Lucía (Santa Lucia di Piave) Hizo el proyecto de una pila que representara al diablo huyendo del aguaSigue leyendo «!He aquí la pila de Agua bendita!»
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Votos Perpetuos
Al fin llegó el día tan suspirado: 8 de diciembre de 1936 Por segunda vez subió al altar y con voz conmovida pronunció las palabras solemnes: «Hago voto a Dios Omnipotente, a la siempre Virgen María, al Seráfico Padre San Francisco y a todos los Santos de vivir en la obediencia, sin poseer nada ySigue leyendo «Votos Perpetuos»
Toma de Hábito Franciscano
El padre Camilo, sacándole la chaqueta, pronuncia las palabras del rito: «El Señor te despoje del antiguo hombre que eres con todos tus malos impulsos». Y mientras le deja caer en sus espaldas el hábito bendito, prosigue: El Señor te vuelva a vestir con el nuevo hombre creado por Dios en la justicia y enSigue leyendo «Toma de Hábito Franciscano»
Cristo muerto esperando la Resurrección
A golpe de cincel la roca hieroy apago lentamente su durezapara encender tu cuerpo de pureza,fugaz -de este sepulcro- prisionero. Graba en mi ser tu imagen, oh Cantero,extinga tu bondad toda aspereza,injerta en mi alma mustia la belleza,cincela la esperanza que aún espero. Yo te esculpí, me esculpa ahora tu mano;yo te llamé, tu gritoSigue leyendo «Cristo muerto esperando la Resurrección»
Alba Espiritual
Se quedó encerrado en sí mismo como si no le interesara la pregunta. Pero como yo insistiera casi cruelmente, empezó a contarme con una sencillez encantadora: cuando era joven y estaba en el pecado, lo vi por primera vez. Me parecía estar echando como un holgazán a lo largo de un gran camino. Desde elSigue leyendo «Alba Espiritual»
Una pléyade de testigos
MAESTROS Y LUGARES DE ORACIÓN Los testigos que nos han precedido en el Reino (cf Hb 12, 1), especialmente los que la Iglesia reconoce como “santos”, participan en la tradición viva de la oración, por el testimonio de sus vidas, por la transmisión de sus escritos y por su oración hoy. Contemplan a Dios, loSigue leyendo «Una pléyade de testigos»
Ese barquito al que todos estamos invitados, a quien nosotros llamamos iglesia
Estas oraciones son en primer lugar las que los fieles escuchan y leen en la sagrada Escritura, pero las actualizan, especialmente las de los salmos, a partir de su cumplimiento en Cristo (cf Lc 24, 27 44). El Espíritu Santo, que recuerda así a Cristo ante su Iglesia orante, conduce a ésta también hacia laSigue leyendo «Ese barquito al que todos estamos invitados, a quien nosotros llamamos iglesia»
Ese barquito al que todos estamos invitados, a quien nosotros llamamos iglesia
Estas oraciones son en primer lugar las que los fieles escuchan y leen en la sagrada Escritura, pero las actualizan, especialmente las de los salmos, a partir de su cumplimiento en Cristo (cf Lc 24, 27 44). El Espíritu Santo, que recuerda así a Cristo ante su Iglesia orante, conduce a ésta también hacia laSigue leyendo «Ese barquito al que todos estamos invitados, a quien nosotros llamamos iglesia»
Ese barquito al que todos estamos invitados, a quien nosotros llamamos iglesia
Estas oraciones son en primer lugar las que los fieles escuchan y leen en la sagrada Escritura, pero las actualizan, especialmente las de los salmos, a partir de su cumplimiento en Cristo (cf Lc 24, 27 44). El Espíritu Santo, que recuerda así a Cristo ante su Iglesia orante, conduce a ésta también hacia laSigue leyendo «Ese barquito al que todos estamos invitados, a quien nosotros llamamos iglesia»
Ese barquito al que todos estamos invitados, a quien nosotros llamamos iglesia
Estas oraciones son en primer lugar las que los fieles escuchan y leen en la sagrada Escritura, pero las actualizan, especialmente las de los salmos, a partir de su cumplimiento en Cristo (cf Lc 24, 27 44). El Espíritu Santo, que recuerda así a Cristo ante su Iglesia orante, conduce a ésta también hacia laSigue leyendo «Ese barquito al que todos estamos invitados, a quien nosotros llamamos iglesia»