¿Dónde ve usted señales de esperanza?

Por la gracia de la Divina Providencia, que nunca falla, podemos observar señales de la verdadera primavera. Podemos ver unas cuantas campanillas de invierno11: estos son los pequeñas dentro de la Iglesia, aquellos que no forman parte de la estructura administrativa, ni del poder de la nomenklatura eclesial. Estas espirituales campanillas de invierno son losSigue leyendo «¿Dónde ve usted señales de esperanza?»

¿Dónde ve usted señales de esperanza?

Por la gracia de la Divina Providencia, que nunca falla, podemos observar señales de la verdadera primavera. Podemos ver unas cuantas campanillas de invierno11: estos son los pequeñas dentro de la Iglesia, aquellos que no forman parte de la estructura administrativa, ni del poder de la nomenklatura eclesial. Estas espirituales campanillas de invierno son losSigue leyendo «¿Dónde ve usted señales de esperanza?»

¿Dónde ve usted señales de esperanza?

Por la gracia de la Divina Providencia, que nunca falla, podemos observar señales de la verdadera primavera. Podemos ver unas cuantas campanillas de invierno11: estos son los pequeñas dentro de la Iglesia, aquellos que no forman parte de la estructura administrativa, ni del poder de la nomenklatura eclesial. Estas espirituales campanillas de invierno son losSigue leyendo «¿Dónde ve usted señales de esperanza?»

¿Dónde ve usted señales de esperanza?

Por la gracia de la Divina Providencia, que nunca falla, podemos observar señales de la verdadera primavera. Podemos ver unas cuantas campanillas de invierno11: estos son los pequeñas dentro de la Iglesia, aquellos que no forman parte de la estructura administrativa, ni del poder de la nomenklatura eclesial. Estas espirituales campanillas de invierno son losSigue leyendo «¿Dónde ve usted señales de esperanza?»

¿Dónde ve usted señales de esperanza?

Por la gracia de la Divina Providencia, que nunca falla, podemos observar señales de la verdadera primavera. Podemos ver unas cuantas campanillas de invierno11: estos son los pequeñas dentro de la Iglesia, aquellos que no forman parte de la estructura administrativa, ni del poder de la nomenklatura eclesial. Estas espirituales campanillas de invierno son losSigue leyendo «¿Dónde ve usted señales de esperanza?»

¿Dónde ve usted señales de esperanza?

Por la gracia de la Divina Providencia, que nunca falla, podemos observar señales de la verdadera primavera. Podemos ver unas cuantas campanillas de invierno11: estos son los pequeñas dentro de la Iglesia, aquellos que no forman parte de la estructura administrativa, ni del poder de la nomenklatura eclesial. Estas espirituales campanillas de invierno son losSigue leyendo «¿Dónde ve usted señales de esperanza?»

No era necesario para los planes de Dios que Esteban atestiguara esto

El santo no odia, ofrece: El incremento en la vida espiritual, nos debe llevar, a asumir todos los dolores uniéndolos a Cristo en la cruz. De esta forma, el dolor en vez de sembrar odio, fortalece la voluntad, nos une más a Dios, y logra la conversión de aquellos mismos que nos ultrajan, tal comoSigue leyendo «No era necesario para los planes de Dios que Esteban atestiguara esto»

Señor, quédate con nosotros, que se hace tarde y anochese

¿Cómo ve reflejados los misterios de la Sagrada Pasión del Señors en la Iglesia de hoy en día? Como Cuerpo Místico de Cristo y Esposa suya, la Iglesia debe pasar por los misterios de su Divino Esposo. La actual crisis es, sin luga a dudas, el momento de mayor y profundo sufrimiento de la Iglesia,Sigue leyendo «Señor, quédate con nosotros, que se hace tarde y anochese»

Hay que reconocer los inmensos beneficios que Dios nos hace

Nada, pues, debe alegrar tanto al que te ama y reconoce tus beneficios, como que tu voluntad se cumpla en él, conforme al beneplácito de tu eterna providencia. Con la cual debe estar tan contento y alegre, que con tanto gusto quiera ser el más pequeño como otro quisiera ser el más grande, y ocuparSigue leyendo «Hay que reconocer los inmensos beneficios que Dios nos hace»

Perdonar

Revivir el momento, pero con Jesús: Los acontecimientos dolorosos son inevitables, pero llenarse de rencor sí se puede evitar. El problema no fue el acto concreto que otro hizo y nos causó dolor, sino la manera en que lo asumimos, sin Cristo, con soberbia, y así se introdujo la semilla del odio en el corazón.Sigue leyendo «Perdonar»