Por la gracia de la Divina Providencia, que nunca falla, podemos observar señales de la verdadera primavera. Podemos ver unas cuantas campanillas de invierno11: estos son los pequeñas dentro de la Iglesia, aquellos que no forman parte de la estructura administrativa, ni del poder de la nomenklatura eclesial. Estas espirituales campanillas de invierno son losSigue leyendo «¿Dónde ve usted señales de esperanza?»
Archivo de categoría: Bienes del sufrimiento
¿Dónde ve usted señales de esperanza?
Por la gracia de la Divina Providencia, que nunca falla, podemos observar señales de la verdadera primavera. Podemos ver unas cuantas campanillas de invierno11: estos son los pequeñas dentro de la Iglesia, aquellos que no forman parte de la estructura administrativa, ni del poder de la nomenklatura eclesial. Estas espirituales campanillas de invierno son losSigue leyendo «¿Dónde ve usted señales de esperanza?»
¿Dónde ve usted señales de esperanza?
Por la gracia de la Divina Providencia, que nunca falla, podemos observar señales de la verdadera primavera. Podemos ver unas cuantas campanillas de invierno11: estos son los pequeñas dentro de la Iglesia, aquellos que no forman parte de la estructura administrativa, ni del poder de la nomenklatura eclesial. Estas espirituales campanillas de invierno son losSigue leyendo «¿Dónde ve usted señales de esperanza?»
De la alteza de la libertad del alma, la cual se obtiene con la humilde oración, mejor que con la lectura
Oh Dios mió! Oh dulzura inefable! Amárgame todo consuelo carnal que del amor de lo eterno me aparte, y que culpablemente me atraiga mostrándome algún objeto de fugaz deleite Dios mío, que la carne y la sangre no me venzan y subyuguen; que el mundo con su efímera gloria no me engañe, que el diabloSigue leyendo «De la alteza de la libertad del alma, la cual se obtiene con la humilde oración, mejor que con la lectura»
Señor, quédate con nosotros, que se hace tarde y anochese
¿Cómo ve reflejados los misterios de la Sagrada Pasión del Señors en la Iglesia de hoy en día? Como Cuerpo Místico de Cristo y Esposa suya, la Iglesia debe pasar por los misterios de su Divino Esposo. La actual crisis es, sin luga a dudas, el momento de mayor y profundo sufrimiento de la Iglesia,Sigue leyendo «Señor, quédate con nosotros, que se hace tarde y anochese»
Hay que reconocer los inmensos beneficios que Dios nos hace
Nada, pues, debe alegrar tanto al que te ama y reconoce tus beneficios, como que tu voluntad se cumpla en él, conforme al beneplácito de tu eterna providencia. Con la cual debe estar tan contento y alegre, que con tanto gusto quiera ser el más pequeño como otro quisiera ser el más grande, y ocuparSigue leyendo «Hay que reconocer los inmensos beneficios que Dios nos hace»
Perdonar
Revivir el momento, pero con Jesús: Los acontecimientos dolorosos son inevitables, pero llenarse de rencor sí se puede evitar. El problema no fue el acto concreto que otro hizo y nos causó dolor, sino la manera en que lo asumimos, sin Cristo, con soberbia, y así se introdujo la semilla del odio en el corazón.Sigue leyendo «Perdonar»
Obediencia
Su obediencia se hizo más ciega aún, cuando dejó el cincel e hizo con gran alegría cualquier otro trabajo, hasta los más humildes -Cuando estás en el laboratorio y te llaman para hacer la polenta ¿no te enojas? -le preguntaba el párroco- -Aquí está lo bueno -contestaba- porque el trabajo de escultor lo puede hacerSigue leyendo «Obediencia»
Hay que reconocer los inmensos beneficios que Dios nos hace
Señor, aún considero como gran beneficio tuyo el no tener mucho de eso que, según las exteriores apariencias y estimación humana, es honroso y glorioso De manera que al considerar uno su pobreza y humilde condición, no sólo no debe parecerle cosa dura, ni entristecerse y abatirse; sino que debe sentir más bien gran alegríaSigue leyendo «Hay que reconocer los inmensos beneficios que Dios nos hace»
Hay que reconocer los inmensos beneficios que Dios nos hace
Todo lo que tenemos en el alma y en el cuerpo y cuanto poseemos en lo interior y en lo exterior son beneficios tuyos, y te engrandecen a ti como bienhechor piadoso y bueno, de quien recibimos todos los bienes.Unos reciban más; otro, menos. Pero todo es tuyo, y todo se recibe de ti, sinSigue leyendo «Hay que reconocer los inmensos beneficios que Dios nos hace»