– Esto es lo que experimentamos hoy en dia. Fidelidad, pureza, justicia, espírtu de sacrificio, etc, ya no son, inclusoentre los católicos, valores incontestables.De cada tres matrimonios, uno termina después de cinco o diez años en divorcio, y se sabe que un segundo matrimonio después del divorcio es solicitado por un número cada vez másSigue leyendo «-La crisis actual de moral atenta también contra los católicos?»
Archivo de categoría: Nos enseña la humildad
-La crisis actual de moral atenta también contra los católicos?
– Esto es lo que experimentamos hoy en dia. Fidelidad, pureza, justicia, espírtu de sacrificio, etc, ya no son, inclusoentre los católicos, valores incontestables.De cada tres matrimonios, uno termina después de cinco o diez años en divorcio, y se sabe que un segundo matrimonio después del divorcio es solicitado por un número cada vez másSigue leyendo «-La crisis actual de moral atenta también contra los católicos?»
-La crisis actual de moral atenta también contra los católicos?
– Esto es lo que experimentamos hoy en dia. Fidelidad, pureza, justicia, espírtu de sacrificio, etc, ya no son, inclusoentre los católicos, valores incontestables.De cada tres matrimonios, uno termina después de cinco o diez años en divorcio, y se sabe que un segundo matrimonio después del divorcio es solicitado por un número cada vez másSigue leyendo «-La crisis actual de moral atenta también contra los católicos?»
¿Cuáles son las consecuencias de la inmortalidad del alma?
Así como se conoce el árbol por sus frutos, se conocen los dogmas verdaderos por los buenos frutos que producen. La creencia en la inmortalidad del alma produce excelentes frutos: es para el hombre consuelo en la desventura, móvil de la virtud, fuente de los mayores heroísmos. Por el contrario, la negación de la inmortalidadSigue leyendo «¿Cuáles son las consecuencias de la inmortalidad del alma?»
La Naturaleza y la Gracia
La naturaleza se mira como el centro de todas las cosas, lucha y litiga en su propia defensa; la gracia reduce todas las cosas a Dios, de quien como fuente manan; no se atribuye ningún bien, ni es arrogante o presuntuosa; no porfía ni prefiere su opinión a otras, sino que somete humildemente todas susSigue leyendo «La Naturaleza y la Gracia»
Házlo con el alma
Evangelio según san Mateo, 5: 38- 42 «Habéis oído que fue dicho: Ojo por ojo y diente por diente. Mas yo os digo que no resistáis al mal: antes, si alguno te hiriere en la mejilla derecha, preséntale también la otra; y a aquel que quiera ponerte pleito y tomarte la túnica, déjale también laSigue leyendo «Házlo con el alma»
La prosperidad de los malos y las pruebas de los justos, ¿no deponen contra la providencia?
No; porque no es cierto que todos los malos prosperen y todos los justos sufran tribulaciones; los bienes y los males de este mundo son, en general, comunes a todos los hombres. Además, no hay en el mundo hombre tan malo que no haga alguna obra buena durante su vida; y Dios se la recompensaSigue leyendo «La prosperidad de los malos y las pruebas de los justos, ¿no deponen contra la providencia?»
Si Dios cuidara de nosotros, ¿habría padecimientos en este mundo?
Los sufrimientos provienen, frecuentemente, de nuestras propias faltas: tendríamos menos que padecer, si fuéramos más moderados en nuestros deseos, más razonables en nuestros proyectos, más sobrios y templados en nuestra vida. Dios permite el dolor, ya para hacernos expiar nuestros pecados, ya para probar nuestra fidelidad, así en la desgracia como en la dicha; yaSigue leyendo «Si Dios cuidara de nosotros, ¿habría padecimientos en este mundo?»
Hambre y sed de justicia
Evangelio según san Mateo, 5: 6- 6 «Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán hartos». (v. 6) Llama a la justicia, ya universal ya particular, contraria a la avaricia. Como más adelante hablará de la misericordia, nos dice antes cómo debemos compadecernos, no del robo ni de la avaricia. EnSigue leyendo «Hambre y sed de justicia»
pœnitemini, et credite Evangelio
Evangelio según san Mateo, 5:5-5 «Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados». (v. 5) Obsérvese que propuso esta bienaventuranza con cierta intención. Y por ello no dijo: «Los que se entristecen» sino «los que lloran». Nos enseñó así la sabiduría más perfecta. Pues si los que lloran a los hijos u otros individuos queSigue leyendo «pœnitemini, et credite Evangelio»