Estas oraciones son en primer lugar las que los fieles escuchan y leen en la sagrada Escritura, pero las actualizan, especialmente las de los salmos, a partir de su cumplimiento en Cristo (cf Lc 24, 27 44). El Espíritu Santo, que recuerda así a Cristo ante su Iglesia orante, conduce a ésta también hacia laSigue leyendo «Ese barquito al que todos estamos invitados, a quien nosotros llamamos iglesia»
Archivo de categoría: Francisco Javier
Ese barquito al que todos estamos invitados, a quien nosotros llamamos iglesia
Estas oraciones son en primer lugar las que los fieles escuchan y leen en la sagrada Escritura, pero las actualizan, especialmente las de los salmos, a partir de su cumplimiento en Cristo (cf Lc 24, 27 44). El Espíritu Santo, que recuerda así a Cristo ante su Iglesia orante, conduce a ésta también hacia laSigue leyendo «Ese barquito al que todos estamos invitados, a quien nosotros llamamos iglesia»
Ese barquito al que todos estamos invitados, a quien nosotros llamamos iglesia
Estas oraciones son en primer lugar las que los fieles escuchan y leen en la sagrada Escritura, pero las actualizan, especialmente las de los salmos, a partir de su cumplimiento en Cristo (cf Lc 24, 27 44). El Espíritu Santo, que recuerda así a Cristo ante su Iglesia orante, conduce a ésta también hacia laSigue leyendo «Ese barquito al que todos estamos invitados, a quien nosotros llamamos iglesia»
Ese barquito al que todos estamos invitados, a quien nosotros llamamos iglesia
Estas oraciones son en primer lugar las que los fieles escuchan y leen en la sagrada Escritura, pero las actualizan, especialmente las de los salmos, a partir de su cumplimiento en Cristo (cf Lc 24, 27 44). El Espíritu Santo, que recuerda así a Cristo ante su Iglesia orante, conduce a ésta también hacia laSigue leyendo «Ese barquito al que todos estamos invitados, a quien nosotros llamamos iglesia»
Ese barquito al que todos estamos invitados, a quien nosotros llamamos iglesia
Estas oraciones son en primer lugar las que los fieles escuchan y leen en la sagrada Escritura, pero las actualizan, especialmente las de los salmos, a partir de su cumplimiento en Cristo (cf Lc 24, 27 44). El Espíritu Santo, que recuerda así a Cristo ante su Iglesia orante, conduce a ésta también hacia laSigue leyendo «Ese barquito al que todos estamos invitados, a quien nosotros llamamos iglesia»
¡AY DE MÍ SI NO ANUNCIO EL EVANGELIO!
Venimos por lugares de cristianos que ahora habrá ocho años que se hicieron cristianos. En estos lugares no habitan portugueses, por ser la tierra muy estéril en extremo y paupérrima. Los cristianos de estos lugares, por no haber quien les enseñe en nuestra fe, no saben más de ella que decir que son cristianos. NoSigue leyendo «¡AY DE MÍ SI NO ANUNCIO EL EVANGELIO!»
¿La iglesia es Santa?
¿La Iglesia es Santa?Aquello a los que la iglesia honra como Santos son quienes corresponden de manera ejemplar a la Gracia de Dios. A menudo esa Gracia se manifiesta con signos externos, como la vida heroicamente virtuosa, una muerte martirial o, incluso con la realización de grandes milagros
¡AY DE MÍ SI NO ANUNCIO EL EVANGELIO!
De las cartas de san Francisco Javier, presbítero, a san Ignacio (Cartas 4 [1542]… y 5 [1544]: BAC 101, Cartas y escritos de san Francisco Javier, pp. 107-108. 115-116) ¡AY DE MÍ SI NO ANUNCIO EL EVANGELIO! Venimos por lugares de cristianos que ahora habrá ocho años que se hicieron cristianos. En estos lugares noSigue leyendo «¡AY DE MÍ SI NO ANUNCIO EL EVANGELIO!»
¡AY DE MÍ SI NO ANUNCIO EL EVANGELIO!
De las cartas de san Francisco Javier, presbítero, a san Ignacio (Cartas 4 [1542]… y 5 [1544]: BAC 101, Cartas y escritos de san Francisco Javier, pp. 107-108. 115-116) ¡AY DE MÍ SI NO ANUNCIO EL EVANGELIO! Venimos por lugares de cristianos que ahora habrá ocho años que se hicieron cristianos. En estos lugares noSigue leyendo «¡AY DE MÍ SI NO ANUNCIO EL EVANGELIO!»